El texto del Consejo de Seguridad no menciona el futuro de Assad
Sábado 19 de diciembre de 2015, p. 21
Nueva York.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó de manera unánime una resolución que respalda un proceso de paz para Siria, incluido un cese el fuego y conversaciones entre Damasco y la oposición.
Pero el texto adoptado este viernes no menciona el asunto más controversial: el futuro del presidente sirio, Bashar al Assad.
La resolución admite que el proceso de paz no pondrá fin al conflicto, porque prohíbe a los grupos terroristas
que operan en el país, incluidos el Estado Islámico (EI) y el frente Al Nusra, participar en el cese de hostilidades.
El borrador valida la hoja de ruta acordada el mes pasado en Viena, que preveía el establecimiento de un gobierno de transición en Siria en seis meses y nuevas elecciones en 18.
Además, anticipa que a comienzos de enero
comenzarán negociaciones entre el gobierno y los rebeldes sirios para poner fin a más de cuatro años de guerra, que se declare un cese el fuego y pide a la ONU preparar en un mes varias opciones para poner en marcha un mecanismo de verificación y supervisión
del mismo.
El presidente estadunidense, Barack Obama, afirmó ayer en la Casa Blanca que no será posible conseguir la paz en Siria sin un gobierno legítimo
y reforzó su convicción de que Assad debe dejar el poder.
El mandatario estadunidense señaló que la continuidad de Assad en el poder, después de haber masacrado
a sus connacionales en vez de conducir una transición política, no es posible
.
La oposición siria, encabezada por Riad Hiyab, descartó la posibilidad de una solución política a la guerra civil que afecta el país sin la renuncia de Assad. Advirtió que la oposición no renunciará a ese punto.
Obama llamó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para pedirle que retire sus tropas de Irak.
Ankara afirmó que se trataba simplemente de refuerzos para asegurar la protección de consejeros militares turcos encargados de formar a los iraquíes que combaten al EI, pero Bagdad consideró que se trataba de una incursión ilegal.