Yokohama.

Con tres goles del uruguayo Luis Suárez, el Barcelona venció 3-0 al Guangzhou Evergrande –equipo que eliminó al América–, y avanzó a la final del Mundial de Clubes, en la que enfrentará el domingo a River Plate, campeón de la Copa Libertadores.

Ante las ausencias de Neymar, por lesión, y Lionel Messi, por enfermedad, Suárez asumió el mando del equipo azulgrana con tantos en los minutos 39, 50 y 66, el último de penal.

El Barcelona se mostró incómodo en la cancha durante la primera parte del duelo ante el Guangzhou, que propuso un partido áspero. Su técnico, el brasileño Luiz Felipe Scolari, dejó a su compatriota Robinho en el banquillo.

Los azulgranas no encontraban fisura en la defensa rival, muy bien armada con Paulinho como eje. Sin embargo, Suárez abrió el marcador al minuto 39, cuando remató un rechazo de Li Shuai, arquero del conjunto chino, tras un disparo de Rakitic desde fuera del área.

El uruguayo elevó la cuenta al minuto 50, al parar con el pecho un pase de Andrés Iniesta y definir de volea. Concluyó su buena actuación con un penal, después que Huang Bowen derribó a Munir El Haddadi en el área.

A su vez, Zou Zheng, lateral izquierdo del Guangzhou, sufrió una aparatosa fractura de tibia y peroné tras una mala caída sin oposición de algún rival.

La siguiente prueba del plantel catalán será más difícil cuando se enfrente a River Plate, que sueña desde hace semanas con arrebatar el título al conjunto dirigido por Luis Enrique. Hasta 15 mil hinchas argentinos viajaron a Japón para acompañar a su equipo, que el miércoles derrotó 1-0 al Sanfrecce Hiroshima en la primera semifinal.

River Plate es uno de los grandes y va a ser un lindo espectáculo, declaró Suárez al término del encuentro.

Gran trabajo del equipo, ¡estamos en la final! Me duele mucho perderme cualquier partido, pero espero estar al cien por ciento para poder ayudar en la final, publicó en Facebook el argentino Lionel Messi, quien no pudo jugar debido a que sufre un cólico nefrítico.

El Barcelona busca su quinto título de la temporada, después de haber ganado el triplete la pasada campaña (Liga, Copa y Champions) y la Supercopa europea.