Dan a conocer informe sobre la situación del recurso al clausurar festejo internacional
Estamos perdiendo la oportunidad de conservar la vida en el planeta, alerta la especialista Laura Reyes Sánchez
Llaman a disminuir el uso de fertilizantes con nitrógeno y fósforo
Jueves 10 de diciembre de 2015, p. 2
Con el lanzamiento del informe titulado Estado de los recursos de suelos del mundo se clausuró oficialmente el Año Internacional de los Suelos. Una de las principales conclusiones es que la mayor parte de los recursos mundiales en esta materia está en condición mala o muy mala y que las circunstancias empeoran en muchos más casos de los que están mejorando. El 33 por ciento de la tierra está de moderada a altamente degradada debido a la erosión, salinización, compactación, acidificación y la contaminación química de los suelos.
La clausura de las actividades se llevó a cabo el pasado 4 de diciembre en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), en Roma, Italia, un día antes del Día Mundial del Suelo.
Este recurso natural es fundamental para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición. Solamente los suelos saludables producen alimentos sanos con el mayor valor nutricional posible. También contribuyen a la purificación y almacenamiento de agua
, aseguró Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, en un mensaje transmitido durante el acto.
El reporte fue elaborado por el grupo técnico intergubernamental sobre los suelos de la FAO, en el que se reunió el trabajo de unos 200 científicos de 60 países, incluido México, y constituye un llamado a la humanidad, porque estamos perdiendo la oportunidad de conservar la vida en el planeta
, sostuvo Laura Bertha Reyes Sánchez, presidenta del Pilar 2: Educación, concientización, extensión e inversión para la Alianza Regional por el Suelo para Centro América, México y el Caribe del organismo de la ONU.
Amenazas
Según el informe, las principales amenazas son: erosión, pérdida de carbono orgánico, desequilibrio de nutrientes, acidificación del suelo, contaminación, anegamiento, compactación, sellado, salinización y pérdida de la biodiversidad.
La solución que se propone en el reporte se centra en el manejo sostenible, el cual requiere la elevada participación de las partes interesadas, un amplio espectro que va desde los gobiernos hasta los pequeños agricultores y la sociedad en general.
En el reporte se identificaron cuatro prioridades: minimizar una mayor degradación de los suelos y restaurar su productividad, ya que están degradados en las regiones donde las personas son más vulnerables; estabilizar las reservas mundiales de materia orgánica del terreno, incluyendo tanto el carbono orgánico como los organismos; estabilizar o reducir el consumo mundial de fertilizantes con nitrógeno y fósforo, además de aumentar el uso de fertilizantes en las regiones con déficit de nutrientes, y mejorar el conocimiento sobre el estado y la tendencia de las condiciones de ese recurso natural.
Añade que esas acciones necesitan ser apoyadas por políticas orientadas al desarrollo de sistemas de información para vigilar y prever los cambios del suelo, aumentar la educación y sensibilización en ese ámbito, así como los recursos en materia de investigación y extensión. También se requiere una regulación e incentivos apropiados y efectivos a fin de garantizar la seguridad alimentaria a escala local, regional e internacional, considerando los recursos de los países y su capacidad para gestionarlos de forma sostenible, entre otros.
Capa arable
La erosión, señala, provoca la pérdida de 25 mil a 40 mil millones de toneladas de la capa arable cada año, lo que reduce los rendimientos de los cultivos y la capacidad del terreno para almacenar y completar el ciclo del carbono, los nutrientes y el agua.
Es decir, si no se toman medidas para reducir la erosión, las proyecciones indican que la producción disminuirá en más de 253 millones de toneladas en 2050. Esta pérdida de rendimiento sería equivalente a eliminar 1.5 millones de kilómetros cuadrados de tierras agrícolas, o aproximadamente toda la cultivable en India.
La acumulación de sales en el suelo reduce el rendimiento de las cosechas y puede eliminar por completo la producción agrícola. La salinización provocada por la actividad humana afecta a unos 760 mil kilómetros cuadrados de tierras en el mundo, área más grande que toda la superficie cultivable en Brasil.
El pasado 17 de agosto, en el contexto del Año Internacional del Suelo y de la Alianza Mundial por el Suelo, la Universidad Nacional Autónoma de México impulsó la constitución de la Alianza Nacional por ese recurso en beneficio de la sociedad y del ambiente, con la participación de las academias Mexicana de Ciencias y de Ingeniería, así como la Sociedad Latinoamericana de la Ciencia del Suelo.
Para crear conciencia sobre la importancia de conservar y proteger el recurso, académicos de diferentes instituciones educativas del país se reunieron para discutir posibles acciones para su conservación y su uso sustentable. En el año se realizaron más de una decena de actividades, en las que participaron la UNAM, el Colegio de Posgraduados, el Inecol, la Universidad Autónoma Metropolitana, Semarnat y Sagarpa, entre otras.
Uno de los principales logros es el plan de implementación regional, aprobado por el Comité Directivo Regional en La Habana, Cuba, el pasado junio.