Habitantes ayudan a recorrer los cerros cercanos
Viernes 6 de noviembre de 2015, p. 8
Eduardo Neri, Gro.
Unos 30 ciudadanos del poblado minero de Carrizalillo, en este municipio, comenzaron trabajos de reconocimiento en los cerros donde se sospecha la existencia de dos grandes fosas clandestinas, en las que el grupo delictivo Guerreros unidos habría sepultado al menos 60 cuerpos, entre abril y octubre de 2014.
Los lugareños son apoyados por elementos y personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República.
Desde las 11 horas, los buscadores se trasladaron a los puntos ubicados al norte del poblado, conocidos como Tempancal y El Filito, zona cercana al río Balsas. Un agente federal dijo que los trabajos de reconocimiento continuarán al menos hasta el fin de semana, pero no dio detalles.
A los terrenos, donde se ubican viviendas en las que, según algunos pobladores, vivieron integrantes de Guerreros unidos por casi cinco años, se impidió el acceso de los medios de comunicación.
Cerca del lugar, una señora dijo a los reporteros: “Que traigan a la persona que agarraron la semana pasada (el presunto informante de Guerrero unidos, Modesto Peña Celso), para que les diga dónde están las fosas, él sabe porque estuvo con ellos”.
A unos 200 metros de donde se empezaron los trabajos de reconocimiento se halló un túnel de unos 80 metros en el domicilio de Peña Celso, que une a tres viviendas.
Los habitantes de Carrizalillo se mostraron desconfiados con la presencia de las fuerzas federales que arribaron desde el martes pasado, y sólo algunas familias recorren en cuatrimotos las calles de la comunidad donde se asientan las minas Los Filos y El Bermejal, de la empresa canadiense Gold Corp.
Deserción escolar por violencia
La violencia de los años recientes afectó al sector educativo en Carrizalillo, como la telesecundaria José Martí, que perdió casi 50 por ciento de su matrícula, informó el director del plantel, Antonio Lino Catalán.
Explicó que pese a la violencia todas las aulas están funcionando y los estudiantes asisten a clases
. Sin embargo, este año la situación empeoró y “de más de 90 alumnos que se inscribieron en el año escolar, ahora tenemos sólo 53.
“Hace un rato, precisamente el día de hoy (jueves), una niña me dijo con temor: ‘dice mi mamá que parece que entró la policía’; y le contesté que viniera su mamá, por si se quería ir de la escuela, aquí a nadie se detiene, porque también es una responsabilidad para nosotros.”