Roma.

Los romanos y los turistas pueden desde ayer admirar en todo su esplendor y completamente restaurada la célebre Fontana de Trevi, uno de los emblemas de Roma, inmortalizada por el baño nocturno de Anita Ekberg en el filme La Dolce Vita, de Federico Fellini.

El agua volvió a llenar la gran cuenca que separa la plaza de la inmensa escultura barroca adosada al Palacio Poli, en el centro de la capital italiana, y los turistas retomar la tradición de arrojar una moneda de espaldas a la fuente.

Esa costumbre inspiró la canción Tres monedas en la fuente, grabada por Frank Sinatra y tema de la película del mismo nombre.

Iluminada por un complejo sistema de luces, con más de 100 bombillas, la fuente recuperó su antigua belleza y sobre todo su fascinante color azul del agua sobre el mármol blanco.

Ese monumento, restaurado al cabo de 16 meses de trabajos financiados por la casa de moda de lujo Fendi, fue reinaugurado ayer en una ceremonia que contó con la presencia del diseñador Karl Kagerfeld.

Es muy emocionante, sobre todo para los romanos, comentó Silvia Fendi, nieta de los patrocinadores de la remodelación.

Los trabajos de restauración de la fuente comenzaron el 30 de junio de 2014, con el lanzamiento simbólico de una moneda por el alcalde de Roma, Ignazio Marino, recientemente destituido.

Millones de turistas hicieron ese gesto que, según la tradición, garantiza volver un día a la Ciudad Eterna y cada año permite recoger un millón de euros en monedas que la alcadía destina a obras de caridad.

Ejemplo típico de la época barroca, la Fontana de Trevi, conectada a un acueducto que abastece a Roma, mide 26 metros de altura y 20 de ancho.

Durante los trabajos, los turistas seguían fluyendo en masa pero debían contentarse con caminar a través de una pasarela montada sobre la cuenca.

El presidente de Fendi, Pietro Baccari, había dicho que a la espera del fin de la restauración, la pasarela permitía continuar viendo la Fontana e incluso mirarla como nadie la había visto antes.

Sin embargo, la ausencia del agua decepcionó a muchos turistas marcados por las imágenes de La Dolce Vita, en las que se ve a la actriz sueca Anita Ekberg bañarse a medianoche en vestido de gala, acompañada por Marcello Mastroianni.

La Fontana de Trevi fue encargada por el papa Clemente XII –el mismo que construyó el Palacio del Quirinal, actual sede de la presidencia de Italia, y empedró las calles de Roma– en 1732 al arquitecto Nicolas Salvi.

La obra fue concluida 30 años más tarde, en 1762, por Niccolo Pannini.

Neptuno domado las aguas

La Fontana de Trevi, una obra monumental en forma de Arco de Triunfo, que tiene como tema a Neptuno domando las aguas, de pie en una carroza en forma de concha tirada por dos tritones, no había sido remozada desde 1998.

Pietro Baccari financió la restauración para vincular de manera imborrable la marca Find a la ciudad de Roma.

Era la posibilidad de vincular nuestro nombre en forma indeleble a Roma, una ocasión que no podíamos dejar pasar, dijo Baccari.

Fendi, que pertenece al grupo francés LVMH, restauró años atrás el Palacio de la Civilización Italiana, símbolo de la era fascista, llamado también el Coliseo Cuadrado, donde instaló su sede social.