Además existen problemas de coordinación con autoridades
Martes 3 de noviembre de 2015, p. 11
El programa Prospera, que atiende a cerca de 6.1 millones de familias, alrededor de 20 por ciento de hogares, un año después de su puesta en marcha presenta deficiencias en la coordinación con los distintos niveles de gobierno. Además, no es claro en su diseño y no atiende a toda la población que lo requiere, asegura la Evaluación específica de desempeño 2014-2015 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Con base en análisis de la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares, indica que hay familias que, de acuerdo con sus características, deberían formar parte de Prospera y no están incluidas. Señala que los errores en la subcobertura deben cuantificarse de manera regular para asegurar una mejor focalización del programa.
Es claro, añade, que el crecimiento del padrón tiene límite y no es probable que se pueda incluir a todos los hogares que integran la población potencial, por lo cual es importante asegurar los mecanismos de salida de las familias del programa una vez que la población-objetivo haya generado capacidades.
Apunta que es necesario hacer ajustes a la definición de la población potencial, para que sea consistente con la de población objetivo. Incluso, en esta última se debe dejar claro que el enfoque es la formación de capacidades en el grupo de edad que está en esta fase de la vida: niños y jóvenes.
Entre las conclusiones del evaluador externo contratado por el Coneval, está que aun con el rediseño de Prospera –anteriormente Oportunidades– se trata de un programa nuevo, en el sentido de que los actuales componentes agregan una dimensión que no existía y para la cual no hay información previa, lo que dificulta analizar su desempeño.
Subraya que la estructura a partir de la cual se formó Prospera tiene amplia experiencia operativa, pero se requiere que sea explícito el nuevo diseño, lo que se ha realizado parcialmente. Se debe hacer un diagnóstico que sustente la necesidad del programa y el enfoque del mismo para atender los retos que le dan origen.
Además, ante la fusión de Prospera con el Programa de Apoyo Alimentario, prevista para 2016, el ejercicio de diseño debe considerar el esquema de atención que se dará.
Destaca que la inclusión de las nuevas áreas que aborda Prospera no se analizan de forma completa en los documentos del programa. El plan, además del desarrollo de capacidades, considera ahora la inclusión financiera, social, productiva y laboral, pero estos dos últimos rubros están fuertemente determinados por el contexto macroeconómico general y es menos evidente la capacidad de Prospera de incidir
en ellos.
El documento enfatiza que un elemento crítico que se exacerba con Prospera es la coordinación interinstitucional, que implica acuerdos necesarios entre los diferentes niveles de gobierno. Apunta que mientras la coordinación sea un acuerdo de voluntades, sin carácter vinculatorio en términos de las acciones necesarias para los procesos de inclusión, la capacidad de éxito será limitada.