El campeón Lewis Hamilton da a Mercedes el 1-2 en el autódromo Hermanos Rodríguez
Valtteri Bottas, con Williams, fue tercero
Día de pesadilla para los pilotos de Ferrari
Sergio Checo Pérez, vitoreado por los aficionados en el retorno de la Fórmula Uno al país
Lunes 2 de noviembre de 2015, p. 2
De punta a punta y sin una amenaza real, el alemán Nico Rosberg dominó en el Gran Premio de México, que le dio una revancha modesta después de perder el título mundial, pero revancha al fin, y entró por delante de su compañero de equipo y campeón de la temporada, el británico Lewis Hamilton.
Fue una carrera limpia, de emociones, de múltiples cambios de neumáticos, pues se esperaba que hubiera lluvia y en cambio lo que predominó fue el calor en el retorno, después de 23 años, de la Fórmula Uno al autódromo Hermanos Rodríguez, donde Sergio Checo Pérez respondió con un rebase espectacular y un octavo puesto al apoyo de las multitudes que lo vitorearon desde los ensayos.
Rosberg cumplió su propósito de convertirse en el primer campeón del Gran Premio de México en la tercera era de la máxima categoría del automovilismo, pero sobre todo anotarse un punto en la rivalidad que sostiene con su coequipero de Mercedes, Hamilton, campeón de 2015 desde la carrera anterior, en Austin.
Una revancha que permitió a Rosberg llegar a la cuarta victoria de la temporada y la decimosegunda de su carrera, con lo que sumó 272 puntos, para desplazar del segundo puesto de la clasificación de pilotos a su compatriota Sebastian Vettel, el volante de Ferrari, quien arrancó desde el tercer puesto y fue el más rápido en la recta (366.3 kilómetros por hora), pero batalló durante toda la prueba y abandonó en la vuelta 52, tras impactarse contra el muro.
En la clasificación general, Vettel es tercero, delante del finlandés Valtteri Bottas (Williams), mientras Sergio Pérez continuó en la novena posición con 68 puntos, la mayor cantidad que ha sumado en la F-1.
El estado del tiempo jugó una broma a los equipos, que ante el alto pronóstico de lluvia alistaron los bólidos con los compuestos de neumáticos blandos, y cerca de la arrancada sólo algunos alcanzaron a cambiar por medios, pero la mayoría lo hizo a partir de la vuelta 20 y cuando el sol cayó franco se lanzaron a una segunda parada en pits para hacerse de los rápidos.
Checo, considerado ya un maestro en el cuidado de las gomas, se la jugó y aguantó con los medios desde la vuelta 19 de las 71 pactadas.
El mexicano, con el número 11 al mando de un Force India, arrancó desde el noveno puesto y avanzó al octavo que dejó Vettel, quien se fue a pits con el neumático pinchado y el espejo roto por un contacto con Daniel Ricciardo (Red Bull). El Niño Maravilla, que había partido tercero, regresó a tiempo y empezó a escalar puestos, pero no controló del todo el Ferrari, con el que tuvo un ligero despiste en las eses y terminó estampado en la pared de protección en la vuelta 52. Una verdadera pesadilla para la escudería del Cavallino Rampante, pues en el giro 22 Kimi Raikkonen abandonó la carrera tras averiar su auto en un percance de llantas con el Williams de Valtteri Bottas.
El mexicano llegó hasta el sexto sitio, pero al cambio de llantas regresó en el puesto 11, detrás de Carlos Sainz (Toro Rosso), a quien superaba en velocidad, así que el español recibió instrucciones del director de carrera de ceder el paso al mexicano, lo que hizo en la vuelta 34 al siguiente embate de Checo justo en el Foro Sol.
La tribuna se volcó en festejos y la escena se repitió en la vuelta 50 en el mismo sector, que resultó el más espectacular, donde Checo, quien acechaba al holandés Max Verstappen (Lotus) por el octavo lugar, lo sorprendió en la entrada al estadio, en una curva muy reducida, para disfrutar de la ovación a toda velocidad.
Ante más de 130 mil aficionados que festejaban el paso de los bólidos a lo largo de la pista de 4.304 kilómetros, Rosberg y Hamilton instalaron el duelo por la punta desde el comienzo. El alemán fue superior en todo momento y con un giro de 1:20.521 minutos respondió en las vueltas rápidas que a lo largo de la carrera establecía el británico.
En otro duelo, Kimi Raikkonen, al volante del primer Ferrari que abandonó la carrera, tuvo un incidente con Bottas, roce que no era el primero del año entre los finlandeses. El llamado Hombre de Hielo se metió por el lado izquierdo para entrar a las eses, pero su neumático trasero se montó
en el delantero de su compatriota, lo que provocó la ruptura de la suspensión del bólido de Kimi y su eliminación en el giro 22.
Tampoco terminaron el brasileño Felipe Naser (Sauber) y el español Fernando Alonso (McLaren), quien no completó la primera vuelta por problemas electromecánicos que afectaron la potencia de su motor.
Estaba lejos de escucharse el Himno Nacional Mexicano en un podio de Fórmula Uno, pero en el protocolo como país anfitrión, los niños oaxaqueños mixes hicieron estremecer a los aficionados antes del inicio de la competencia.
¡Viva México!
, exclamó Nigel Mansell, campeón del Gran Premio de México en 1992, con Williams, el responsable de recibir a los pilotos en el podio, instalado sobre la curva ex peraltada que ahora lleva su nombre.
La Fórmula Uno está de regreso y asegurada cuatro años más.