Ayer se realizó la edición 15 de la Feria de las Calacas
Para acercar a los más pequeños a la tradicional celebración se llevaron a cabo actividades de teatro, música, danza y literatura
Domingo 1º de noviembre de 2015, p. 3
A todos un día nos llegará la muerte; mientras eso sucede los mexicanos festejamos el Día de Muertos con la creación de tradicionales altares donde conviven imágenes de familiares que ya no están, con las de catrinas y flores de cempasúchil.
Para acercar a los niños y niñas a está tradición, ayer se realizó la edición 15 de la Feria de las Calacas en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), cuyas actividades buscan dignificar las tradiciones y raíces mexicanas.
Desde temprano, los niños acompañados por sus padres llegaron a la áreas verdes del Cenart, donde se ubicaron los diferentes foros en los que pudieron ver espectáculos de teatro, música, danza, narraciones orales, exposiciones y talleres.
Algunos niños disfrazados de catrinas, de charros con máscara de calavera, de calabazas, de zombis o de vampiros recorrieron de la mano de sus padres los 26 espacios donde se desarrollaron las actividades.
A la entrada de la feria, se entregaba a los visitantes un programa de los actos artísticos. Los niños eran los que guiaban a los padres a los espacios que deseaban visitar, como ocurrió con el dedicado a la exposición Viva la muerte: calacas en movimiento.
En este lugar había una enorme ofrenda en la que destacaban calacas de diferentes oficios, como panadero, cartero y músico, que fueron realizadas por Ricardo Linares, integrante de la familia más representativa en el oficio de la cartonería, y el titiritero Humberto Galicia, quien con palancas y manivelas dio movimiento a las calacas de cartón.
Bullicio, risas y diversión
Entre las actividades que llamaron la atención del público infantil se encontraba el Espacio 6, donde se montó la ofrenda tradicional de Nayarit, la cual estaba dedicada a la pintora Emilia Ortiz, y una joven explicaba cada elemento que integraba el altar.
Mientras algunos niños escuchaban la explicación, otros preferían tomarse fotos con las diferentes calaveras que se colocaron en la feria. En medio del bullicio y de las risas de los pequeños visitantes, un niño llevó a su mamá al Espacio 11, centro de lectura que ponía al alcance del público libros de Alas y Raíces y de la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, donde también se realizaron narraciones orales y lecturas en voz alta.
En el festival no podían faltar los antojitos, desde pambazos y quesadillas, hasta tlayudas de oaxaca, así como las nieves y aguas frescas de jamaica y horchata. Fue una feria de sabores, colores y mucha diversión.
En uno de los foros principales, las compañías Untradanza e IngeniEscena Artes Escénicas presentaron Francisca, Ubaldo y la muerte, espectáculo de teatro y danza con títeres que mantuvo a los niños entretenidos con las aventuras de Francisca en Pacotitlán.
A las 13 horas, en el escenario principal, Calacas Jazz Band ofreció el concierto Bien Bonito. La gente sentada en el pasto escuchaba las canciones, pero los pequeñitos, como uno que iba disfrazado de El Principito, al oír los primeros sonidos del saxofón empezaron a bailar.
La Feria de las Calacas 2015 finalizó con espectáculos circenses, la obra de teatro Leyendas y tradiciones cien por ciento mexicanas y el concierto de música electrónica a cargo de la agrupación La Rumorosa.
