Nueva York.

La crisis humana en Siria empeora y actualmente unos 13.5 millones de personas necesitan ayuda, incluidos 6 millones de niños, alertó este martes el responsable de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Humanitarios, Stephen O’Brien, quien ante el Consejo de Seguridad añadió que en los últimos 10 meses la cantidad de personas que requieren ayuda aumentó en un millón 200 mil.

De los 680 mil migrantes que han cruzado este año el Mediterráneo, más de 50 por ciento son sirios. En Siria también hay unos 65 millones de desplazados y 4.2 millones huyeron de su patria, en lo que O’Brien describió como una de las mayores crisis de desplazados de los tiempos modernos.

Rusia, por otro lado, admitió la muerte, el día 24, de uno de sus soldados en Siria, el primero desde el 30 de septiembre, cuando comenzó su campaña aérea contra grupos rebeldes y extremistas del Estados Islámico; el Ministerio de Defensa aseguró que el militar no murió en combate, sino que se suicidó, y la razón habría sido la ruptura con su novia.

La familia del soldado confirmó la muerte del joven de 19 años, pero puso en duda la versión del suicidio. En Rusia la muertes de militares durante operaciones especiales son clasificadas secreto de Estado.

En Londres, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cuenta con información de activistas en Siria, informó el 20 de octubre que tres efectivos rusos murieron en Latakia cuando combatían junto a tropas sirias, pero no ha podido verificar si eran soldados.

Mientras, en Yemen, una instalación médica gestionada por Médicos Sin Fronteras en la provincia de Saada fue destruida por dos ataques aéreos que no provocaron víctimas, indicó la organización, en el segundo ataque de este tipo tras el bombardeo contra su nosocomio en Kunduz, Afganistán, el 3 de octubre

Yemen está sumida en combates entre rebeldes hutíes y unidades del ejército aliadas contra tropas leales al gobierno reconocido, y desde marzo, una coalición liderada por Arabia Saudita bombardea a rebeldes chiítas.