Miércoles 14 de octubre de 2015, p. 6
En México se ha despreciado e infravalorado
a los pueblos indígenas y su cultura, afirmó el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi, quien lamentó que muchos mexicanos quisieran que no existieran, que fueran sólo un recuerdo de museo
.
En la homilía de la primera misa celebrada en náhuatl en la Basílica de Guadalupe, el obispo criticó que en vez de aceptar, respetar, valorar y promover la cultura de nuestros pueblos originarios, en particular su idioma
, algunos sectores los menosprecien. Los hemos calificado de dialectos, como si fueran una subcultura
.
Entrevistado al concluir la misa, Arizmendi expresó su pesar porque esas comunidades deben soportar la discriminación, el racismo y la marginación, y porque las zonas más pobres del país siempre son indígenas: eso nos duele y preocupa
.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien encabezó la ceremonia, consideró que todos tenemos una deuda con los pueblos originarios.
A la misa asistieron comunidades náhuatl de Puebla, Veracruz, Jalisco, estado de México y Distrito Federal.