Me falta por dirigir, mínimo, dos películas más, una de las cuales es necesaria: sobre el petróleo en México. Algo sé del tema, porque mi padre fue petrolero. De las reformas del actual gobierno, concretamente en la materia, opino que son erróneas, no pensadas a fondo, expresó en entrevista el cineasta de origen ruso Sergio Olhovich, quien el pasado lunes recibió la medalla Salvador Toscano, otorgada por la Cineteca Nacional, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y la Fundación Carmen Toscano.

Antes de la ceremonia, se proyectó una de sus películas, Llovizna, con la Sala 4 de la Cineteca llena.

Acabada la proyección, Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, anunció que se vería un documental sobre Olhovich, en el que este último narra los problemas de censura que enfrentó en diversas ocasiones y habla de su amistad con Luis Buñuel, quien le decía que era él único que le aguantaba el ritmo de sus buñuelonis, de sus coproducciones.

Así, recibió la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2014.

Pelayo afirmó: “En palabras de Sergio Olhovich: el cine es lo que vemos, sentimos y soñamos. Su carrera fílmica abarca poco más de cuatro décadas; ha sido fiel a esta concepción acerca del arte de las imágenes en movimiento.

“Una filmografía que comenzó en 1971, con Muñeca reina, relato de obsesión amorosa, similar al de Encuentro de un hombre solo, cuyo punto final son las mazmorras de la locura...” Pelayo hiló así las obras de Olhovich, quien sentado frente a él tan sólo agradecía con leves ademanes.

Privilegio, acercarse a lo grandes

Habló Rodolfo Martínez Aguilar, presidente de la Fundación Carmen Toscano: “Para la fundación es siempre un privilegio acercarnos a los grandes del cine mexicano; nos habíamos tardado en hacerlo con el maestro Olhovich. Él y yo somos parte de la misma generación. Nacimos a principios de los años 40, en la primera mitad del siglo pasado... es muy feo decirlo, pero así es.

El maestro Olhovich se formaba en un cine soviético lleno de fuerza y mis compañeros en Varsovia en el cine polaco, también muy importante entonces. Así se forjó una generación de cineastas mexicanos extraordinarios. Había una gran relación entre el cine soviético y el mexicano. Los recuerdos se acomodaron y la lógica histórica denotó la creación de una generación.

Sergio Olhovich habló de sus obras, de las órdenes de aprehensión en su contra, de la falta de apoyo y de sus proyectosFoto Notimex

A paso lerdo, con dificultades al caminar, Olhovich se dirigió al frente. Agradeció a los presentes su asistencia y a las dependencias que le otorgaron el reconocimiento. “Viéndome en pantalla –en el documental recién proyectado– me dije: ‘qué joven estaba yo’. No están todas las películas que he hecho. Faltan algunas. Hice otra en 72, que se llama Evasión, que por desgracia nunca se exhibió. Más bien la secuestraron y nunca más supe de ella...” Sonó una fanfarria... Ese es mi corazón, aclaró.

Una comedia musical, para alegrarme

“Luego hice, para alegrarme la vida, una película con el grupo de Los Bukis, que se llama ¿Cómo fui a enamorarme de ti?, comedia musical. Esa cinta sí se exhibió muchísimo. Alguien, que ya murió, Julián Pastor, me dijo: ¡Sergio, tu película tiene mucho éxito no por ti! ¿eh? ¡Es por Los Bukis!”

Habló del contenido de otras de sus obras, de las órdenes de aprehensión en su contra, de la censura y enlatamiento, de la falta de apoyo y de sus proyectos, que son casi una tierra prometida. Por ganas de vivir y hacer no queda.

Olhovich agregó: Estoy preparando una película sobre 1938, que narra lo que sucedió antes del 18 de marzo. Es sobre esa gran epopeya en la que el pueblo mexicano fue una sola persona, que apoyó totalmente los actos de su gobierno, para expropiar el petróleo, para que las empresas extranjeras se fueran para siempre. Hay que rodarla. El premio más importante que pudiera yo tener es que se me permita filmarla.

En entrevista reforzó: Viví en campamentos petroleros. No soy un neófito y creo que estas reformas del gobierno van a ser un fracaso. El neoliberalismo está a punto de sufrir un colapso. No puede seguir el mundo así como está. Estoy seguro de que si yo acabo esta película el pueblo la va a aplaudir y también a esa epopeya del año 38. Ya tengo el guión y estamos acomodando los capitales necesarios.