La del triatleta Gonzalo Tavera es una carrera en ascenso, porque si bien ya tiene una pared de su casa tapizada de medallas y reconocimientos, en su vitrina hay espacio para más copas y quizá lo que lo impulsa cada mañana, tarde y día para entrenar fuerte es la obtención de una presea olímpica.

A sus 20 años de edad es protagonista de una historia escrita con letra mayúscula. Es campeón nacional de la pesada especialidad trideportiva –1.5 kilómetros de nado, 40 de ciclismo y 10 de carrera pedestre–, pero cada ocasión lo demuestra al ganar la corona de las pruebas en Monterrey, Huatulco, Valle de Bravo e Ixtapa y Teques (Tequesquitengo, Morelos), donde estalla el torrente de adrenalina cuando se sabe ganador.

Y es que cuando va nadando, sobre la bicicleta o en pleno trote, su mente se encierra en una burbuja de acero donde no penetra ninguna otra idea que no sea estar al frente del grupo. Si no es así se programa para dar un extra y convertirse en el líder, aunque los rivales cuentan y no pocas veces asciende al segundo o tercer peldaño de la premiación.

El nuevo reto a cumplir es calificar al Campeonato Mundial de Triatlón de Cozumel 2016 (11-18 de septiembre), para lo cual necesita acumular puntos para representar al país en uno de los certámenes de mayor categoría del planeta, como parte de su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Dice que no va a los de Río 2016 porque esa justa estáa reservados para los mejores entre los mejores, además de que mi equipo de entrenamiento me dice que los míos serán los de Tokio.