El Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal (TCADF) pidió anular el certificado único de zonificación de suelo expedido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), mediante el cual autorizó al Instituto de Vivienda (Invi) la construcción de un conjunto habitacional de 530 departamentos en el predio de Rubí 38, en la delegación Tlalpan.

El permiso fue tramitado al amparo de la norma 26, con lo que se permitió incrementar en 11 veces la densidad en ese predio, donde sólo era factible erigir 41 viviendas, por lo que fue impugnado por el comité ciudadano de Valle Escondido en noviembre de 2013.

En sus alegatos, la autoridad alude que el certificado se emitió conforme a la norma 26, que incentiva la producción de vivienda de interés social, pero en dicha disposición legal no hay nada que le permita elevar de 41 a 530 el número de departamentos en el predio.

No se indica el fundamento legal ni los motivos por los cuales se autorizó dicho aumento en la construcción de vivienda, resolvió el tribunal, por lo que consideró procedente la nulidad del certificado emitido.

Enrique González, representante legal de los vecinos, indicó que tanto el Invi como la delegación Tlalpan tienen diez días hábiles para apelar esta resolución o de lo contrario acatarla y proceder a detener las obras.

En la demanda inicial los vecinos expusieron otras inconsistencias en la aplicación de la norma 26 en este proyecto inmobiliario, pero dado que en la primera de ellas se les concedió la razón, ya no se entró a la discusión del resto, refirió el litigante.

Entre ellas está el hecho de que la calle Rubí mide de ancho 4.19 metros y la norma no puede aplicarse en las vías menores a seis metros, y la falta de servicios en la zona.

Los colonos indicaron que durante las mesas de trabajo que sostuvieron con las autoridades de las distintas dependencias capitalinas para tratar el tema, se les expuso una y otra vez la ilegalidad del certificado único de zonificación, pero nunca se atendió.

En la actualidad continúa la construcción de ocho módulos del conjunto habitacional y se inició con una segunda etapa, en la que se realizan los cimientos. Están trabajando de cinco de la mañana a once de la noche. Hay días en que entran hasta diez revolvedoras, relataron los vecinos.

El desarrollo inmobiliario duplicará el número de viviendas en la colonia, la cual cuenta con 947 casas habitadas, y temen que terminará por colapsar la movilidad en la zona.