“El teatro clown ha ido creciendo en México, aunque aún somos pocos los que lo desarrollamos. No obstante, quien asiste a un espectáculo nunca sale defraudado”, expresó en entrevista Gabriela Muñoz, autora, directora y dramaturga de Limbo, trabajo escénico que cuenta con la participación de los músicos Natalia Lafourcade y Ernesto García, que tendrá funciones el 9, 10 y 11 de octubre, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Este es el segundo espectáculo creado por Muñoz, el cual fue estrenado en febrero de 2015, en el teatro Milán. “Eramos dos, Ernesto y yo, y ahora seremos tres, con Natalia. El público que ya vio Limbo verá un montaje diferente. Una cualidad de mis espectáculos es que son silentes; es decir, sin diálogos, con una duración aproximada de una hora y con una narrativa. Yo soy clown por formación y Ernesto, de corazón”.

Contar una historia

Ernesto García, quien habló durante la charla, expuso que él es productor musical. “Ahora estoy en el mágico mundo del clown, donde se trata de actuar, en este caso de manera silente. Produje la música que se escucha en el espectáculo, donde suenan varios instrumentos en vivo. El lenguaje lo lleva sobre todo la música. Son temas instrumentales. La música marca el ritmo”.

Gabriela: “Desde un principio pensamos en que lo sonoro tuviera importancia como modelo de narrativa. Por eso busqué una persona que, como Ernesto, tuviera esa conexión con la música, para poder hacer algo multidisplinario. La música entra en un proceso con el cuerpo y da la posibilidad de contar una historia.

“Se cuenta el viaje de una payasa, entre la realidad y la fantasía, perdida en los sueños, en un viaje entre la vida y la muerte. Es sobre cómo los humanos tenemos la posibilidad de transformar nuestra vida. Ella está dormida, con sus sueños, en un hospital. Su viaje es onírico, lo cual le permite hacer las pases con quien es, antes de despertar. Esta obra es para adolescentes y adultos. Sí ha habido niños y aprecian un mundo poético, simbólico, metafórico, y lo disfrutan, pero definitivamente no es un espectáculo infantil. Se trata de reconectar con el lado vulnerable de un adulto.

En la búsqueda de su corazón, Greta encontrará a tres guías que le ayudarán a entender que el camino hacia la muerte es en realidad el camino hacia la vida. Cuando los sueños se apoderan de la realidad, la conciencia queda flotando y el alma se encuentra en el limbo.

Consideró que en México está pasando algo muy interesante en materia de clown. “Esto es un arma de doble filo, porque por un lado no somos muchos y eso da la posibilidad de crear. Por otro, yo estoy acostumbrada a compartir con colegas. No obstante, somos pocos y estamos separados. Algo ha cambiado y vamos avanzando, y puede cambiar más. Lo importante es quitar los estereotipos a los lenguajes del clown. Se le debe conectar con algo más poético y no con una idea de menor valor. Hay creación y es factible acabar con el prejuicio sobre lo que es un payaso.”

La curiosidad

¿Lafourcade de clown? “El personaje de Natalia es muy bonito. Nos ayudó musicalmente y todo está resultando ser una aventura. Esto es nuevo para ella. Se le da el histrionismo, aunque más que actuar se le da una cosa muy especial: la curiosidad. Justamente, con actores es más difícil hacer clown, porque buscan direcciones muy fijas. Hay gente que, como Natalia, tiene libertad creativa y se mueve buscando otras cosas, no tanto direcciones. Aporta frescura. Ella hará un trabajo de clown, no de cantante, que eso es para otros espacios.”