Guadalajara.

El argentino Matías Almeyda debutó en el timón rojiblanco con el pie derecho al vencer 2-1 al Querétaro y, pese a la pobre entrada en el estadio Omnilife, dio vida a la esperanza de la salvación. Además, la victoria fue importante para dar buen ánimo al equipo rumbo al clásico ante el América.

Con Almeyda, las Chivas Rayadas mostraron otra cara. Luego de un cabezazo desviado de Jonathan Bornstein vino la respuesta del Rebaño: al minuto 7 Marco Fabián descolgó al frente para remitir centro a Carlos Fierro, el Güero se lanzó de palomita y estuvo cerca de conectar. Ese fue el primer alarido que arrancó el equipo en las tribunas semipobladas.

Al minuto 21 el Chatón Enríquez dio gran pase a Fierro, quien desde la derecha envió el balón al área, Omar Bravo llegó por el centro y estiró la pierna al máximo pero no logró conectar; sin embargo, el defensa Víctor Milke –quien iba codo a codo con el capitán tapatío– desvió la pelota hacia su propia meta con la pierna izquierda, el autogol puso arriba al Guadalajara 1-0.

El estratega visitante, Víctor Vucetich, habitualmente sereno, perdió los estribos e hizo reclamos al árbitro Francisco Chacón, quien le pidió calma. Lo cierto es que la dinámica y velocidad de los rojiblancos maniató y desesperó a los Gallos Blancos.

Pese a todo, el equipo visitante tuvo dos aproximaciones importantes, un remate fallido de Luis Miguel Noriega y un cabezazo que pasó a un lado, remitido por Wilson Tiago.

Chivas cerró la primera parte avasallando a los queretanos, Fabián desde la derecha lanzó un obús que no dio en el blanco, mientras que el Chatón Enríquez desperdició otra gran ocasión, su cabezazo se fue a un costado.

Los de casa tuvieron la primera oportunidad seria tras la reanudación, pero el remate de Oswaldo Alanís fue rechazado con apuros; luego, por la visita, Luis Miguel Noriega quiso darle dirección con la cabeza a un centro venenoso, pero cruzó de más el esférico.

Al minuto 55 funcionó de nuevo la dupla Fierro-Bravo. Carlos avanzó por la derecha y sacó centro hacia segundo poste, Omar aprovechó la floja marca, saltó para aplicar un cabezazo cruzado, el balón picó en el césped y entró para el 2-0.

El rey Midas –este torneo con uno que otro destello de magia– echó mano de su gente de banca, mandó al campo de juego de forma simultánea a Sinha y a William, y minutos más tarde entró Édgar Benítez.

Hubo mejoría, al minuto 61 de acción Ángel Sepúlveda hizo un buen disparo, pero el portero José Antonio Rodríguez voló a su izquierda y desvió a tiro de esquina.

El panorama parecía plácido para las Chivas, pero al minuto 73 Marco Fabián recibió cartón rojo por una barrida por detrás sobre el tobillo de Orbelín Pineda. Almeyda de inmediato hizo un cambio, sacrificó al atacante Fierro e ingresó a Israel Castro.

Los emplumados aprovecharon el desconcierto en las filas rivales y acortaron distancia cuando Yerson Candelo cobró una falta, mandó el esférico al área donde Milke saltó para peinar y encajó la pelota a la izquierda del portero Rodríguez. El gol que impuso el 2-1 dio ánimo a los Gallos Blancos, que entusiasmados se lanzaron en busca del segundo tanto y encajonaron al Rebaño en su propia área.

El técnico debutante realizó otro movimiento, sacó a José Ramírez y metió a Édwin Hernández. El Guadalajara se defendió al filo del reglamento, cometió algunas faltas para contener los embates del Querétaro, consumió cuanto tiempo pudo y con dificultad pudo pisar el campo rival. La catarsis para los tapatíos llegó con el pitazo final, que decretó su tercer triunfo del torneo tras nueve fechas.

Hace mucho que no sufría tanto

Almeyda comentó que vivió el partido con mucha intensidad y destacó el esfuerzo de los jugadores, la actitud. El equipo dejó el alma en cada pelota; son tres puntos importantísimos. Los resultados positivos siempre dan un poco de calma, tranquilidad y confianza. Rechazó hablar sobre el clásico ante Las Águilas, pues vamos a ir partido tras partido, hay otro a media semana y no puedo permitirme pensar todavía (en América), vamos a jugar todos como finales.

Reconoció que fue un juego tenso. Hace rato que no sufría tanto, el rival perdía y empezó a atacar por fuera, por todos lados, además, trabajó bien la pelota parada. Hubo momentos en que me sentí satisfecho, otros no tanto. Apuntó que imponer un estilo lleva tiempo y no dispone de él, ya que se avecina un mes con muchos juegos. No profundizó en explicaciones por haber reactivado a Marco Fabián: dije que el trabajo día a día va a ser fundamental, pero voy a utilizar a todos, para mí todos son importantes, únicamente destacó el sacrificio y la humildad del capitán Omar Bravo.

Omar Fierro, en tanto, declaró que la presión se mantiene, pero el triunfo pone la confianza a tope para enfrentar el clásico.

En su turno, Vucetich justificó los malos resultados por la serie de bajas, hemos tenido muchas ausencias, cinco jugadores operados y no hemos podido tener una continuidad, pero es cuestión de seguir trabajando con los elementos que tenemos. Además, criticó al arbitraje que, aseguró, no castigó igual a las Chivas.