Santiago.

Al menos 12 muertos, nueve heridos y cinco desaparecidos dejó el terremoto de magnitud 8.3 que azotó el miércoles las zonas norte y centro de Chile, al que siguieron decenas de réplicas y un tsunami, lo que hizo pasar una noche de pesadilla a la población; en el puerto de Coquimbo miles de personas amanecieron este jueves en las zonas altas de la región.

La presidenta Michelle Bachelet, quien viajó a Coquimbo, la región más afectada, decretó el estado de emergencia en la zona, donde aún no se restablece por completo el servicio de agua potable y más de 70 mil hogares están sin luz, al tiempo que anunció que la participación del gobierno en los festejos conmemorativos por la independencia se limitarán al oficio religioso y desfile militar del sábado.

Las fuerzas armadas tomarán el control total de la zona, se encargarán de distribuir ayuda y redoblarán la seguridad para evitar el pillaje, que empezaba a surgir por pequeñas bandas. La presidenta señaló que todas las autoridades de sus gobierno se concentrarán en ayudar a los damnificados.

El movimiento telúrico activó de inmediato una alerta de tsunami en todo el borde costero chileno, incluso de varios países con costas en el Pacífico, que fue cancelada horas después. No obstante, el terremoto obligó a evacuar a más de un millón de personas en Coquimbo y a la suspensión de la actividad escolar en las poblaciones costeras.

Olas del tsunami hasta de 4.5 metros sobrepasaron la barreras de contención y penetraron hasta 70 metros al interior del puerto de Coquimbo, donde decenas de negocios y viviendas fueron arrasados. Fue como una bomba atómica, comentó un buzo y pescador.

Un último reporte de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) ubicó en 11 las víctimas fatales y en nueve los heridos, además de 610 damnificados, 526 viviendas dañadas y muchos barcos pesqueros destruidos. Imágenes de la televisión local mostraban la devastación de todo el borde costero de Coquimbo, que junto con Illapel y Tongoy, fueron las zonas más dañadas.

El sismo, que se registró las 19:54 horas (local) y tuvo epicentro unos 230 kilómetros al norte-noroeste de Santiago y a 55 kilómetros al oeste de Illapel, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, también afectó el puerto de Valparaíso con olas que alcanzaron casi los dos metros, de acuerdo con un reporte de la marina. En la vecina localidad de Concón el agua arrasó con varios restaurantes cercanos a la playa.

El ministro del Interior, Jorge Burgos, indicó que la cifra de víctimas fue baja en relación con otros fenómenos de esta magnitud. Sabemos lo tremendo que les ha tocado vivir, dijo la presidenta Bachelet a los afectados y señaló que la primera tarea es proteger a las personas y salvar vidas, además de que se comprometió a apoyar con subsidios económicos.

Una vez más tenemos que enfrentar a un poderoso golpe de la naturaleza, dijo la presidenta, que culminó su primer mandato (2006-2010) dos semanas después de un terremoto de magnitud 8.8 que dejó más de 500 muertos. Hay lecciones aprendidas, indicó al señalar que habido una respuesta rápida y eficiente ante la emergencia.

Destacó la construcción antisísmica de las edificios chilenos y la celeridad con que la población evacuó el borde costero. Este es el sexto mayor terremoto en la historia de Chile y el más fuerte en el mundo durante 2015, afirmó, tras recordar que es el octavo desastre natural en el país desde que inició su segundo periodo presidencial, en marzo de 2014.

Por lo pronto, las autoridades abrieron una investigación a la cadena Walmart luego de que una de sus tiendas cerró las puertas durante el terremoto para evitar robos y dejó encerrados a sus clientes. El supermercado atentó contra la dignidad y derecho de las personas al no tomar medidas tendientes a reguardar rápida y efectivamente su seguridad, señalaron.

El terremoto se sintió también en Argentina y Perú y ocasionó una alerta de tsunami que alcanzó a Brasil y Estados Unidos. Gobiernos de varios países manifestaron su solidaridad con las víctimas.

Desde Venezuela toda nuestra solidaridad con Chile, siempre dispuestos al apoyo en momentos difíciles, escribió el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Twitter.

El papa Francisco expresó su pena y transmitió su pésame a las víctimas en un telegrama a la iglesia chilena.

La Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres felicitó al gobierno chileno por sus exitosos esfuerzos para asegurar que el número de víctimas fuera reducido en esta ocasión.