La exposición Reverón: luz de Venezuela fue inaugurada ayer de manera simultánea en 50 países, entre ellos México, para rendir homenaje al pintor Armando Reverón (1889-1954), considerado en la nación sudamericana el más grande artista del siglo XX.

La muestra, integrada por una selección de 14 reproducciones de sus obras más representativas, fue concebida por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela para señalar el 125 aniversario de su nacimiento y los 61 años de su muerte, efeméride esta última que hoy se cumple.

La exposición tiene como sede a las embajadas de aquel país en diversos puntos del mundo y su apertura ocurrió en la víspera de que los restos mortales del creador sean traslados al Panteón Nacional, ceremonia que tendrá lugar este viernes en la capital venezolana.

La obra de Reverón fue declarada patrimonio cultural de la nación por decreto del presidente Nicolás Maduro, mismo que lo enalteció para ser llevado al Panteón Nacional, como personalidad trascendental para el arte, la cultura y la venezolanidad.

Plasmó la luminosidad caribeña

La inauguración de la muestra en la representación diplomática de Venezuela en México estuvo a cargo del embajador Hugo José García Hernández, acompañado por integrantes del cuerpo diplomático de ésa y otras naciones, entre ellos representantes de Cuba, así como ciudadanos venezolanos radicados en nuestro territorio.

Breve y sencillo, el diplomático dimensionó la importancia de Armando Reverón y cómo fue capaz de captar y mostrar en sus lienzos el alma venezolana.

Conocido por muchos como el pintor de la luz, apuntó, el homenajeado dedicó sus obras a la sencillez de la vida cotidiana, a la luz de su tierra, al paisaje y el trabajo del pueblo llano, lo que para muchos convirtió a sus creaciones en la pintura primigenia de la venezolanidad, en un testimonio único de la luminosidad caribeña.

García Hernández definió al creador como un genio y también como un hombre poco estrafalario en sus maneras de vivir y vestir; por ejemplo, recordó que en 1921 decidió aislarse del mundo e irse a radicar a una comunidad de pescadores y campesinos del Litoral Central durante 35 años hasta su muerte.

Allí construyó una especie de castillo, híbrido de fortín español y choza indígena, conocido como El Castillete, hecho a base de piedra, cal y madera de las palmas, agregó el embajador.

Reverón: luz de Venezuela es parte del programa Arte en valija del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio, iniciativa que supone la distribución de 50 valijas construidas especialmente para la ocasión, que contienen reproducciones de retratos y paisajes encandilados del Caribe, constituyéndose en el primer programa de su tipo en la historia del arte venezolano.

La exposición estará abierta al público hasta el 30 de septiembre en la sede de la embajada de Venezuela en México (Schiller 326, Polanco) y luego del 2 al 4 de octubre; será presentada en la Galería Torre del Reloj del Parque Lincoln, también en Polanco.