Martes 25 de agosto de 2015, p. 13
Cancún, QR.
El retraso en ratificar e implementar el Tratado sobre Comercio de Armas no se mide en pérdida de tiempo, sino de vidas
, aseveró el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, José Rodrigo Vielmann de León, al participar en la sesión de alto nivel de la primera conferencia de estados parte de dicho convenio, ante representantes de 121 países.
En la conferencia, a la que asiste el ex presidente de Costa Rica y premio Nobel Óscar Arias, así como ministros de Relaciones Exteriores y de otras carteras de más de un centenar de naciones, se espera que los participantes intercambien perspectivas sobre las principales decisiones que deberán adoptarse de conformidad con el tratado. Éstas incluyen el reglamento de las conferencias de los estados parte, el formato de los informes nacionales, el mandato y la configuración de la secretaría permanente y el reglamento financiero.
Al inaugurar el acto, el canciller José Antonio Meade dijo que la construcción del convenio no es historia anónima, no es accidente. La diplomacia se enfrentaba a un problema real. El de un niño que con armas convencionales participaba en un ejército ilegal. Nos encontrábamos frente a organizaciones terroristas que tienen acceso a armamento convencional. Frente a una mala estructuración del mercado de dichas armas, que estaba dando lugar a que se perdieran vidas a un ritmo alarmante
, señaló al recordar los trabajos de casi una década, desde que la idea del convenio se gestó en Costa Rica.
A su vez, su homólogo costarricense, Manuel González Sanz, subrayó que uno de los objetivos del tratado es evitar que el comercio de armas convencionales burle los embargos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, no facilitar el terrorismo y, con ello, que se cometan violaciones a los derechos humanos. Evitar que el armamento, especialmente el pequeño y ligero, caiga en manos equivocadas y ello continúe siendo el disparador de la violencia armada, que tantos estragos causan en el mundo
.
Llamó a controlar, de manera eficaz, la producción y comercio de armas, a resistir las presiones de ciertos estados por definiciones imprecisas o resquicios que nos impidan conocer, por ejemplo, los volúmenes y cantidades reales de armas convencionales que se comercian cada año
.
Sin transparencia, aseveró, el tratado perderá su razón de ser. Basta de excusas y subterfugios
, añadió. Propuso a los estados firmantes considerar la posibilidad de que se permita que un grupo de observadores verifique sus informes.
En un mensaje videograbado, Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), expresó su preocupación por que muchos países siguen participando en transferencias ilegales de armamento pese a haber suscrito el convenio.
Cientos de miles de civiles sufren la muerte, heridas o desplazamientos forzados en conflictos alimentados por esas transferencias. Me preocupa la brecha entre hacer respetar el derecho internacional humanitario en el ámbito de las transferencias de armas y las prácticas de transferencia que numerosos estados aplican en la realidad.