Jueves 23 de julio de 2015, p. 34
Las patologías más frecuentes entre quienes viajan en avión son el trastorno del sueño (jet lag) y la trombosis vennosa, la cual puede ocasionar algún riesgo cardiovascular debido a lo largo del viaje y el tiempo que se pasa sentado.
Por ello, desde agosto de 2011 la división de investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM instaló en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) la Clínica del Viajero.
Jorge Baruch Díaz, médico responsable de este espacio, informó que desde que se creó el proyecto se han recibido a más de 3 mil pacientes (59 por ciento hombres, 41 por ciento mujeres), de ellos, 67 por ciento visita destinos considerados de alto riesgo
para contraer enfermedades infecciosas.
Los sitios más visitados desde México son América del Sur, Europa y la región Asia-Pacífico, y con menor frecuencia África y Oceanía.
Flujo migratorio
El promedio de edad de quienes asisten a la clínica es de 36 años y la gran mayoría, 85 por ciento, son personas con licenciatura o posgrado. Además, 95 por ciento de los pacientes de este espacio son mexicanos y las citas más frecuentes son para aplicar vacunas contra la hepatitis A y B o contra la fiebre amarilla, y también hay tratamientos contra el paludismo y la malaria.
El especialista subrayó que para prevenir cualquier tipo de enfermedad durante una estancia en el extranjero, los viajeros deben acudir a la clínica con tres semanas de anticipación y dar seguimiento después del viaje.
Otro de los objetivos de la clínica es conocer las pautas de flujo migratorio, las medidas de prevención que toman, el tipo de enfermedades que adquieren durante el viaje y las complicaciones que se pueden presentar por no tener una cultura de la medicina preventiva de viaje.
La clínica cuenta, además, con un área para investigación y docencia, pues la terminal aérea es un área propicia
para proyectos de investigación: diariamente en el AICM circulan un promedio de 250 mil viajeros, de ellos uno de cada 100 tiene influenza.
Algunas de las líneas de investigación son la farmacovigilancia o seguimiento del medicamento que se recetó, así como la atención a migrantes sin documentos.
Se ofrecen consultas médicas preventivas, asesoría y seguimiento durante el viaje, expedición de certificados internacionales para el transporte de medicamentos y dispositivos sanitarios de uso personal, entre otros.