San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Aliados a escala nacional, los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional (PRI), que en coalición ganaron en esta entidad las 12 diputaciones federales el 7 de junio pasado, se disputarán separados casi todas las 122 alcaldías de Chiapas el 19 de julio, lo que ha derivado en confrontaciones entre sus militantes.

Por razones que sus líderes estatales no han expuesto públicamente, el PVEM, que dirige el ex secretario de Gobierno Eduardo Ramírez Aguilar, y el PRI, presidido por el senador Roberto Albores Gleason (que en coalición arrebataron hace tres años el gobierno estatal al Partido de la Revolución Democrática), sólo competirán en alianza en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, las dos ciudades más importantes del estado.

En la capital, donde han crecido las simpatías por el ex alcalde panista Francisco Rojas Toledo, ambos partidos, a los que se sumaron Nueva Alianza y Chiapas Unido, de registro local, postularon al ex líder estatal del PVEM y diputado local con licencia Fernando Castellanos Cal y Mayor, cercano al gobernador Manuel Velasco Coello. En Tapachula registraron al ex diputado local priísta Neftalí del Toro Guzmán.

Las pugnas llegan hasta la búsqueda de diputaciones: sólo en seis de los 18 distritos PVEM y PRI van separados, pero en el resto sus candidatos tampoco hacen campaña junto con los aspirantes a la alcaldía.

El pleito más grave ocurrió el 7 de julio en el municipio norteño de Tila, con resultado de cuatro lesionados de bala (uno de 15 años de edad), luego de que militantes del PVEM bloquearon una carretera para impedir que simpatizantes del PRI repartieran despensas.

El 26 de junio, policías federales y estatales decomisaron en el municipio de Suchiate, fronterizo con Guatemala, una camioneta y detuvieron a su conductor con despensas presuntamente enviadas por la candidata del PVEM a la alcaldía local, Matilde Espinoza Toledo. La unidad fue retenida inicialmente por militantes priístas.

El reparto de dádivas se ha convertido en motivo de pugna con el Partido de la Revolución Democrática, cuyos militantes retuvieron a principios de este mes en el municipio de La Trinitaria tres camiones de volteo y un tráiler cargados de cemento, bloques y otros materiales de construcción, presuntamente destinados a operadores del PVEM.

Diversos líderes coinciden en que esta elección está marcada por la entrega indiscriminada de despensas, gorras y playeras, sobre todo de PVEM, PRI y Mover a Chiapas, este último creado el año pasado por Velasco Coello.

Esto es degradante, indigno, vergonzante, triste. Que nadie se espante de que haya mucho abstencionismo y de que algunas personas puedan pensar en otros caminos, incluso violentos, dijo el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel. Añadió que en las comunidades la gente deja sus ocupaciones ordinarias en la milpa o el cafetal para ver qué les regalan los candidatos.

Eso es muy degradante y crea mucha desconfianza en el sistema político. Si les regalaran cosas que de veras sirven, como un empleo o algo más útil, podría decirse que vale la pena invertir, pero son cosas intrascendentes que sólo toman en cuenta la miseria del pueblo. Me molesta y duele mucho que se haya degradado tanto la contienda política con base en regalos y promesas, declaró.

El secretario general suplente de la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Manuel de Jesús Mendoza Vázquez, observa en este proceso “un derroche inaudito de recursos económicos públicos para comprar votos y conciencias; hay descaro total de algunos partidos en la repartición de despensas, aprovechando la miseria de la población.

Lo que pasa en esta entidad no está aislado de lo que sucede a escala nacional, es un patrón general de estos partidos, pero en Chiapas se observa que no tienen límites para derrochar el erario, sobre todo PVEM, PRI y Mover a Chiapas.

Mendoza Vázquez opinó que tricolor y verde buscan posicionarse para preparar a la mala las condiciones para las elecciones estatales y presidenciales de 2018; es una situación que raya en la inmoralidad y el cinismo, porque hay un derroche muy descarado de recursos en compra de votos.

Las del 19 de julio serán las primeras elecciones después de las federales del 7 de junio y las últimas de este año en el país. Todos los partidos han enviado a sus operadores. Incluso Morena, cuyo dirigente, Andrés Manuel López Obrador, ha recorrido diversos municipios en las tres semanas recientes y designó a Horacio Duarte Olivares representante en el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, cargo que también ocupa ante el Instituto Nacional Electoral.