Londres.

Jefes tribales (jeques) formaron la Coalición de Tribus y Clanes Sirios para combatir al Estado Islámico (EI) y poner fin a la guerra civil en su país. El grupo, que prometió no dejarse manipular por potencias externas, llevó a cabo negociaciones secretas en Ginebra con la Organización de Naciones Unidas (ONU) y representantes del gobierno estadunidense, Arabia Saudita y estados del Golfo, reveló el diario The Independent.

Según el periódico, después de ver a su pueblo asesinado, a las comunidades aterrorizadas y desposeídas y las tierras ancestrales convertidas en despojos, algunos de los más influyentes jeques de Siria se unieron para poner fin a la guerra civil, la cual afecta a la nación desde 2011.

Dichos líderes cuentan con el respaldo de cientos de miles de sirios mediante su sistema de clanes. Hace dos semanas 11 de ellos fueron invitados a dialogar con el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, para discutir formas de lograr un acuerdo de paz con el gobierno del presidente sirio, Bashar Assad.

A principios de junio la coalición fue contactada por el general estadunidense John Allen, ex comandante de las fuerzas occidentales en Afganistán, para analizar la creación de una fuerza moderada para combatir al EI.

Líderes de la Coalición de Tribus y Clanes Sirios aseveraron a The Independent que no van a dejarse manipular por poderes externos, que señalaron como una de las causas del conflicto en su país. Muchos líderes tribales viven aún en Siria y algunos se han exiliado en naciones vecinas.

No todas las comunidades que conforman el nuevo grupo son contrarias al gobierno de Assad, pero todas desconfían de Estados Unidos.

¿Por qué ayudan a los combatientes kurdos y chiítas en Irak, pero no a nosotros? Eso pregunté al comandante Allen cuando él sugirió que formáramos una fuerza de combate, que hemos combatido al EI sin su ayuda y sin sus bombardeos aéreos, afirmó uno de los jeques, quien criticó que Estados Unidos no hiciera nada para impedir el avance del EI en Palmira.

Este martes las fuerzas kurdas, apoyadas por Estados Unidos, hicieron retroceder al EI –que hace un año proclamó un califato en zonas bajo control de Irak y Siria– del norte sirio, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Un atacante del frente Al Nusra, rama de Al Qaeda en Siria, mató a 25 soldados de las fuerzas de Assad al atentar contra una base militar en Alepo.

Autoridades sauditas y kuwaitíes detuvieron a tres hermanos por su relación con el ataque suicida perpetrado a finales de junio en una mezquita chiíta de Kuwait que dejó 27 muertos y más de 200 heridos.