La Habana.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) culparon ayer al gobierno colombiano del escalamiento del conflicto armado y le hicieron un llamado a poner fin a la confrontación, al considerar que es un asunto de voluntad política que se puede concretar de inmediato en la mesa de negociaciones.

El conflicto armado afecta a personas y ecosistemas en Colombia, dijo en La Habana el comandante Carlos Antonio Lozada, delegado de las FARC en los diálogos de paz, al demandar al gobierno “soluciones urgentes a una confrontación cuyo escalamiento ha sido responsabilidad del Estado.

Tenemos que parar la guerra, añadió en alusión al recrudecimiento de las agresiones desde mediados de abril, con bajas principalmente en la guerrilla, pero también en los militares. Lozada argumentó que al ordenar operaciones ofensivas contra la guerrilla, que mantuvo una tregua unilateral más de cinco meses, el Estado provocó la reanudación y el aumento de las hostilidades.

No nos enorgullecemos de los resultados de las acciones contra la infraestructura estatal y mucho menos de la muerte de un soldado, aseveró. Hemos puesto nuestro empeño en el cese el fuego, pero no encontramos ecos en el gobierno, el cual nos responsabiliza ahora mediante otra campaña, la de la degradación medioambiental en Colombia, algo que carece de razón, apuntó.

La encíclica papal sobre medio ambiente, divulgada a mediados de junio, se convirtió en tema de discordia entre los equipos negociadores, luego de que la guerrilla elogiara el viernes el documento pontificio y el gobierno la acusara de causar daños ecológicos con derrames petroleros por sus ataques a oleoductos y camiones cisterna.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, calificó de estupidez e incoherencia un ataque de las FARC contra un oleoducto, que provocó un derrame de crudo hacia el océano Pacífico en el suroeste del país.

La campaña organizada estos días, que señala a las FARC como las principales responsables de la degradación medioambiental en Colombia, carece de razón y franqueza, sostuvo Antonio Lozada.

Ambas partes anunciaron ayer un receso de seis días en las negociaciones y que retomarán las sesiones de trabajo el 3 de julio.

Por otra parte, el Ejército de Liberación Nacional se atribuyó el derribo de un helicóptero y la muerte de ocho soldados, y desmintió al ministerio de Defensa, quien culpó a las FARC.