Edson Lechuga afirma: Escribir sobre la tradición no es costumbrismo. Los formatos, los soportes lingüísticos de la literatura, ofrecen la posibilidad de que convivan contenidos antiguos con formatos posmodernos. El narrador y poeta mexicano Edson Lechuga da a conocer su nueva novela, Anoche me soñé muerta, donde las premoniciones y la sequía en Pahuatlán, Puebla, llevan a una solución que remite al pasado indígena, místico.

La forma en la que decidió contar la historia de Elena Reina y los habitantes de esa localidad remiten a esa forma de narrar historias que todavía se da en los pueblos. Es fácil imaginar a alguien contándola en la cocina de una casa, a la luz de las velas.

Esa mística de la narración oral es súper actual. Debajo de la nata que provoca la violencia de Estado, la violencia en general, la impunidad, la corrupción y la política y las jodidas elecciones, debajo de esa nata terrible, que tapa el Sol, podrida, está el México de a deveras, el México gentil, humano, el México conmovedor, solidario, indígena, mestizo, católico y azteca, sincrético, el que me interesa.

Edson Lechuga nació en Pahuatlán de Valle en 1970; el año pasado regreso de Barcelona. Me fui para continuar con mi inquietud literaria. Me fui de migrante sin papeles en 2002, pasé cinco años como indocumentado y fueron extraordinarios; luego siete, con papeles.

–Anoche me soñé muerta es también un regreso a esas historias que contaban los abuelos.

–Sí, es como esas historias, es un homenaje a Pahuatlán y sus seres fabulosos. Todo eso entró a mis oídos por boca de mi abuela, de mi tía, por tantos narradores natos que caminan a diario en mi pueblo; que tendría que escribir un libro al año para poder contenerlo.

Es una historia hecha de muchas historias, contada a través de muchos personajes formados por pedacitos de personas que existieron. “No proviene de una anécdota particular, sino de cientos de anécdotas. Es un collage de esta inconmensurable tradición oral.”

Lechuga fue uno de los invitados al Festival de Poesía en Voz Alta en Casa del Lago Juan José Arreola, donde el tema fue el papel de la poesía en la sociedad.

“El arte es el encargado de pensar la realidad. Todas las disciplinas artísticas tienen la función de pensar la realidad y después cuestionarla. Si no pensamos la realidad el hombre no sería lo que es, seríamos una horda de tecnócratas robotizados. Cuestionar la realidad quiere decir cuestionarlo todo, pensar la realidad quiere decir pensarlo todo; entonces, la literatura debe cuestionar las tradiciones (como Anoche me soñé muerta), las religiones, las instituciones, las teorías, para dejar en el lector un sedimento de duda, para que resulte en un pensamiento más agudo y crítico, en una conciencia social más transparente, más despierta.”

Anoche me soñé muerta, publicada por Axial, se presenta el 29 de abril a las 19 horas en la librería Rosario Castellanos (Benjamín Hill y Tamaulipas, colonia Condesa).