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Concluyó el segundo diplomado de coreografía coordinado por la bailarina Claudia Lavista

En el CaSa, la danza tiene una nueva plataforma de investigación y creación

Es un espacio para la reflexión, el encuentro y la suma de ideas, apunta la artista

Foto
Claudia Lavista y Eleno Guzmán, durante la entrevistaFoto Jorge A. Pérez Alfonso
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de abril de 2015, p. 9

San Agustín Etla, Oax.

La danza goza de un nicho sobresaliente en la programación académica del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), en Oaxaca. La segunda edición del diplomado de creación coreográfica Interacciones, cuerpos en diálogo, coordinada por Claudia Lavista, concluyó en días recientes después de seis meses de reuniones mensuales. Las funciones de fin de curso se darán en CaSa, el teatro Juárez y una academia de belleza, también en la capital oaxaqueña. Pronto se anunciará la tercera edición.

La idea es generar desde el diplomado un espacio para la creación y la reflexión coreográficas, para el encuentro, la suma de ideas, además de romper con paradigmas de creación y tratar de reinventar las formas de producción. De hablar desde la coreografía, pensar y discutirla entre colegas, expresa Lavista en entrevista.

Desde los años 70 del siglo pasado, cuando la cofundadora de la Compañía Delfos Danza Contemporánea empezó a estudiar, el panorama de la danza mexicana ha cambiado de manera radical. No tienen nada que ver ni las formas de producción, ni los temas coreográficos, ni la forma de pensarse como bailarín o coreógrafo, ni la relación con los públicos.

En los 80, agrega, fueron un gran punto de quiebre con el inicio de las agrupaciones independientes. Pero en los 90, con la creación del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, empezaron a modificar muchos modelos de producción. Pero también han cambiado las formas de entretenimiento, porque lo ha hecho el lenguaje. No te puedes entrenar igual que en los años 80 y 90, incluso, hace 10 años. Es una evolución normal: el mundo cambia y con él, todo.

Para el curso, Lavista hizo una curaduría con Eleno Guzmán y Jaciel Neri con el objeto de convocar a coreógrafos, pensadores, maestros, que tengan cosas que compartir con coreógrafos emergentes y no emergentes, e integrar lo teórico con lo práctico. Ya que los participantes asisten tanto de Oaxaca como de otras partes del país, literalmente desde Tijuana hasta Mérida, se pretende que CaSa sea una plataforma para lanzar nuevas preguntas, maneras de creación, formas de investigación coreográfica y escénica.

Para esta ocasión la convocatoria fue para duplas, es decir, dos personas por proyecto a la manera de creadores pilares, provenientes de distintas disciplinas, ya sean coreógrafos con compositores, o con videoastas, o artistas visuales, o antropólogos.

Se eligieron 12 proyectos, a cargo de 24 creadores. Además, se armó un equipo de intérpretes formado por 25 personas, muchas de Oaxaca. Es un proyecto que no nada más va hacia lo local, sino hacia lo nacional, anota Lavista.

Eleno Guzmán, artista escénico, señala que este es el único proyecto de su tipo actualmente en México. Un diplomado en coreografía que es a su vez un laboratorio en el que se puede cada año reimaginar al tomar en cuenta las necesidades que emergen de los propios participantes.