Tras varios días de supervisiones y análisis en la nave cuatro de la Central de Abasto (Ceda), donde empezó el incendio del pasado 7 de abril, el resultado de los peritajes, realizados por especialistas para conocer las causas del siniestro, confirmaron que se trató de un corto circuito, informó la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

En su informe, la dependencia detalló que el resultado de los dictámenes periciales emitidos sobre la conflagración, que afectó a 102 comerciantes de cuatro naves de la zona de flores y hortalizas, se debió a que una fuente de calor de origen eléctrico hizo contacto sobre el material combustible.

La bodega donde inició el siniestro, de acuerdo con los dictámenes, contenía material sintético, porque era donde se elaboraban los arreglos de flores, por lo cual al encontrarse cerca del lugar identificado como foco del incendio, provocó que el fuego, no controlado, se propagara en forma radial, ésto por la estructura que tenían las naves, y se extendiera rápidamente.

En las consideraciones técnicas, los peritos en materia de incendios y explosiones, electricidad, arquitectura e ingeniería civil, informaron que la conclusión se divulgó tras identificar el foco de incendio y haber localizado los conductores eléctricos que provocaron el corto circuito.

Además, identificaron los materiales combustibles que hicieron que las llamas se propagaran de inmediato, entre los que se encontraban madera, cartón, papel y sintéticos, como plásticos.

La conflagración, que ocurrió la mañana del pasado martes, afectó a 102 negocios donde laboraban diariamente entre 400 y 500 personas, como trabajadores y locatarios, que tuvieron que ser reubicados en otros puntos de la Central de Abasto con el fin de evitar que tuvieran más pérdidas de las que les ocasionó el fuego.

Al día siguiente de los acontecimientos, en zonas aledañas y con el apoyo de otros permisionarios, porque a pesar de la amplitud de la Ceda no se cuentan con espacios disponibles para la instalación de más comercios, algunos de los locatarios afectados trataron de reanudar su actividad comercial. Además, durante la semana se les informó que recibirían varios apoyos.

No obstante, horas después del siniestro las autoridades adelantaron que el incendio se originó por un corto circuito, sin embargo, pidieron esperar a que se hicieran los dictámenes necesarios para confirmar la sospecha que fue comprobada, tanto por la aseguradora de la Ceda como por la procuraduría capitalina, que el origen del incendio fue eléctrico.