Sociedad y Justicia
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Se debe aplicar el semáforo de alerta de contenidos nocivos en alimentos: ONG

Escaso avance en reforma sobre obesidad; no toca el etiquetado

La regulación de comerciales es limitada porque no abarca los programas que más ven los niños

Un cambio de hábitos no se da sólo mediante decreto, señala académica de la UNAM

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de abril de 2015, p. 29

El Poder del Consumidor consideró que la reforma aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados a la Ley General de Salud para combatir el sobrepeso y la obesidad no abonará de forma significativa a revertir el problema, pues aunque prohíbe la publicidad de productos chatarra en las escuelas y habla de dar seguimiento a la talla, peso e índice de masa corporal de los alumnos, no toca el etiquetado que entrará en vigor el primero de julio.

En entrevista, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, refirió que la reforma deriva de una propuesta de 2013. Una medida que ayudaría a combatir el sobrepeso y obesidad, agregó, es contar con un etiquetado claro de alimentos y bebidas, por lo que insistió en que se debe cambiar el que entrará en vigor en julio y establecer el semáforo que alerta sobre el contenido de grasas, sodio y azúcares.

Dificultades operativas

La reforma no trae nada nuevo. Está bien la prohibición de la publicidad de productos sin valor nutricional dentro de las escuelas, pero en realidad no hay nada trascendente; se mantiene el etiquetado engañoso, el cual va a hacer más daño porque promueve el consumo de altas cantidades de azúcar, y habría que ver si la regulación aprobada se aplica en las escuelas. Esto, frente a la dimensión del problema y de las denuncias que hemos hecho, es poco. Se suma que la regulación de la publicidad dirigida a niños está totalmente limitada, porque no regula los programas (de televisión) que más ven.

Aparte, la doctora Raquel Guillén Riebeling, académica de la FES Zaragoza de la UNAM, señaló que aunque en el papel las disposiciones para frenar y reducir el sobrepeso y la obesidad fueran adecuadas, sólo en los hechos se medirá el impacto. Subrayó que se requiere capacitación y educación para que medidas como el registro de talla, peso e índice de masa de los niños se traduzcan en un cambio de hábitos. Puede haber grandes dificultades en la parte operativa, advirtió.

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Entre los adultos, la obesidad alcanza cerca de 37 por ciento entre hombres y 38 por ciento entre mujeresFoto Notimex

Sobre el retiro de la publicidad de productos chatarra de las escuelas, recordó la enorme presión que ejercen las grandes corporaciones en los ámbitos jurídico, político y económico, aunadas a que no dan toda la información sobre cantidades de grasa, azúcares y sales que tienen sus productos. Incluso, dijo, algunas empresas han reducido los precios de sus productos para que tengan mayor acceso. De ahí, que ahora la obesidad y sobrepeso sean mayores en las clases con menores recursos y en las marginales urbanas.

Subrayó que no basta quitar esa publicidad de los centros escolares, sino que es necesario introducir alimentos que contengan los nutrientes básicos, mejor calidad, y apuntó que las etiquetas de los alimentos y bebidas deberían ser de fácil lectura y comprensibles para toda persona.

Expresó que el etiquetado del semáforo favorece la información que se da al consumidor y por ende la elección que éste pueda hacer.

La académica, cuya línea de investigación es la obesidad desde la perspectiva cognitiva conductual, destacó que es imprescindible un cambio de hábitos, los cuales no se adquieren por una ley o el establecimiento de una estrategia, aunque reconoció que son pasos para avanzar en la lucha contra la obesidad.

Precisó que en el país uno de cada cinco niños y adolescentes de 12 a 19 años tiene sobrepeso y uno de cada 10 padece obesidad. A escala global, dijo, un estudio reveló que entre 1980 y 2013, en promedio, el sobrepeso y obesidad en hombres adultos pasó de 28.8 por ciento a 36.9 y en mujeres de 29.8 a 38.

México se ha puesto a la vanguardia en la atención e investigación en torno a la obesidad, dijo, pero también es uno de los países con los mayores índices.