Viernes 3 de abril de 2015, p. 2
Fue durante su estancia en la casa del cardenal Francesco Maria del Monte donde Michelangelo Merisi da Caravaggio se vio influenciado por la música que se tocaba y escuchaba en el lugar.
Allí adquirió conocimientos que se reflejan con detalle en los instrumentos que representó y en los fragmentos musicales que transcribió en sus cuadros. El jerarca religioso prefería la música y las formas extranjeras, especialmente franco-flamencas, lo que se evidencia en los lienzos del pintor.
Sobre ello se profundiza en la Sala de música, una de las cuatro estaciones en las que está dividida Leonardo, Rafael, Caravaggio: una muestra imposible, que es una de más visitadas este año en la ciudad de México. Hasta el pasado domingo, había sido vista por 129 mil 345 personas, según cifras oficiales.
Esta muestra dedicada a tres de los grandes artistas del Renacimiento es una oportunidad sin parangón no sólo para apreciar obras que jamás podrán ser exhibidas en un mismo espacio, por ser técnica y económicamente imposible.
También resulta muy atractiva porque, precisamente, permite ver y escuchar la creación musical de una época que fue decisiva para la evolución de esa expresión en Europa. Justo en la Sala de música, en el apartado dedicado a Caravaggio.
La exposición permanecerá abierta en estas vacaciones de Semana Santa, de lunes a domingo, de 9 a 19 horas, en el recinto de Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro.