Buenos Aires.

El jefe de gabinete de Argentina, Aníbal Fernández, presentó una denuncia judicial por la difusión de una foto del fiscal Alberto Nisman muerto en el baño de su casa, que fue enviada en una red social por el supuesto abogado Adrián Bastiane, un convocante a la marcha opositora del pasado 18 de febrero.

Bastiane debe dar explicaciones porque incurre en una violación de artículos 255 y 153 del Código Penal con sus acciones, dijo Fernández ante la filtración de una foto del expediente y que no se prestaron a publicar varios periódicos.

Sostuvo que esto es penado por la justicia no se puede hacer eso bajo ningún punto de vista, hay una investigación que se está valiendo de esas fotos y video y hay una familia que no tiene por qué ver esta aberración, y añadió que existe un derecho a que la familia y la propia víctima tenga el respeto y la dignidad que se debe tener y que (la foto de Nisman) no sea utilizada desde el morbo.

Señaló que Bastiane no es precisamente un periodista, no tiene ningún derecho a guardar fuente. Es un definido anti K (opositor al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner) desaforado y su nombre ha aparecido en cuanta manifestación contra el gobierno existe y aparece entre medio de todos los fiscales en la última marcha (18 de febrero). Me interesa saber cuál es el objetivo que está persiguiendo este personaje que no tiene ningún derecho a tener esa foto y a utilizarla de esta manera.

También dijo en una entrevista radial que no le interesa la vida privada que llevaba Nisman, pero que se pide una investigación sobre el uso de los fondos que se le entregaban cuando estaba al frente de la Unidad Fiscal Especial (Ufi) en la Causa de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y se ha denunciado en los últimos días que a Diego Lagormarsino -el único imputado en la causa por entregar al fiscal Nisman la pistola con la cual se quitó la vida o lo mataron- le quitaba la mitad de su salario .

”Estoy cuestionando que esa vida se hizo con dinero público. Viajaba. por ejemplo en primera a las playas con señoritas y eso no lo comunicaba al Ministerio Público y aparecía como que estuviera trabajando. La muerte no santifica a nadie y por eso hay que decir las cosas como son. En todo estos casos se necesita una investigación, hay varios delitos: malversación de fondos públicos, cohecho, peculado, blanqueo de fondos. Hay muchos delitos que tienen que ser investigados y estoy pidiéndolo públicamente”, concluyó.

Por otra parte, la juez y abogada Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, está en el ojo de la tormenta, ya que se comprobó que la querella que en la que ella representa a las dos hijas de ambos, también tuvo acceso a las fotos y dispone del material que se filtró en los medios y que beneficia su teoría del asesinato de su ex marido.

Como querellante tiene acceso al expediente sobre la muerte de Nisman lo que surge en el marco de la polémica pública por la difusión de las fotos de la casa del fiscal fallecido, después de su muerte. Y especialmente luego de que se difundieran en redes sociales la imagen del fiscal que llevaba la causa de la AMIA muerto en el baño de su departamento. Aunque no tuvo eco en televisión o diarios, lo que rompería los límites de la decencia, especialmente en este caso por la condición de judío de Nisman ya que esa religión impide la difusión pública de los cadáveres. A tal punto es así que en la tradición judía los sepelios se realizan a cajón cerrado, señala el diario Tiempo Argentino.

La Policía Federal Argentina (PFA) ofreció el sábado sus servicios de policía científica y de investigación de delitos tecnológicos para identificar a los autores de las filtraciones de las fotos del fallecido fiscal. Quedó en evidencia que los medios que utilizaron las fotografías en la causa de Nisman, violando normas éticas también pasaban los comentarios de la querella, lo cual permite suponer que desde allí se filtraron las fotografías.

Por su parte, el periodista e investigador Horacio Verbistky analiza que periodistas como Nelson Castro de la televisora del Grupo Clarín TN, han alegado que Nisman “fue víctima de un magnicidio institucional, la afirmación dogmática de la ex esposa del fiscal, la juez Sandra Arroyo Salgado. En su caso, y en el de la madre del fiscal, Sara Garfunkel, es obvio el interés patrimonial, ya que ningún seguro de vida cubre el suicidio. En la misma línea, y por sus propias razones, el gobierno de Israel sostuvo en el acto por los 23 años del atentado a su embajada que Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad. Por eso el fiscal fue sepultado en el sector del cementerio comunitario destinado a los héroes de Israel. Otro tanto pretenden las organizaciones de lobby estadunidenses, efectores de los servicios de inteligencia o de la derecha republicana más extrema, que han tomado el Capitolio como teatro de operaciones…pero nada de eso surge de la causa que instruye la fiscal Viviana Fein, caratulada hasta hoy como muerte dudosa. No hay en ella elementos irrefutables para considerar que se suicidó, pero menos aún para decir que lo mataron”

También el analista y escritor sostiene que en el caso de la investigación de la muerte de Nisman no se deberían excluir las revelaciones sobre sus asuntos privados y cita a Diana Wassner de Malamud esposa de una de las víctimas entre 85 del atentado contra la AMIA en julio de 1994, quien sostiene que los familiares nunca confiaron en Nisman .Su vida personal no me interesa para nada, las cosas que fuimos sabiendo desde su muerte muestran sus manejos espurios dentro de la Ufi de la AMIA. Es claro, y así lo denunciamos en reiteradas oportunidades, que Nisman lejos estaba de representar los intereses de las víctimas, sino sus propios intereses (hoy queda más claro esto), y los intereses de todos los que trabajaron y trabajan para que no sepamos la verdad y para que jamás tengamos justicia. Me entristece, porque se perdió el tiempo miserablemente, porque por acción u omisión los diferentes poderes del estado y los sucesivos gobiernos lo sostuvieron porque les fue útil. Le fue útil a los dirigentes de las instituciones de la comunidad judía diciendo siempre lo que todos querían escuchar.

Wasser de Malamud también señala datos donde se puede advertir que la causa AMIA fue utilizada para reunir dinero.”Demasiados se llenaron los bolsillos y salieron de fiesta. Nisman fue uno más, y pese a que denunciamos su incapacidad para llevar adelante esta causa, nadie hizo nada!”