Xóchitl Gálvez y la doble moral azul
¿Autoridades omisas o cómplices?
Éscándalo que quema
ué cosa? ¿Cómo que la aspirante panista a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo es una tramposa, y con ella la autoridad de la demarcación, que se convirtió en su cómplice para tal marrullería, porque le proporcionó un documento oficial que al parecer avala la residencia de la señora Xóchitl Gálvez, quien vive, según su credencial de elector, en Pachuca, Hidalgo?
Resulta increíble que las autoridades de la delegación no estuvieran enteradas de que la panista, adoradora del lenguaraz Vicente Fox, no vive en la demarcación, y aun así le dieron el papelito con el que trató de engañar a los ingenuos del Instituto Electoral del DF, que son incapaces de poner orden en ese ámbito en esta ciudad, y seguramente medrosos por darle a la panista la tarjeta roja de expulsión de las elecciones que vienen.
Pero no nos desviemos. ¿Por qué o quién en la Miguel Hidalgo fue capaz de entregarle a la señora el documento que acredita que vive en las Lomas? ¿Hay algún panista en la estructura burocrática de la delegación que se prestó para acompañar a la señora en su aventura de hacer trampa para tratar de gobernar esa demarcación, que los azules perdieron con el experimento Sodi?
Esas preguntas deben ser contestadas desde ya por los panistas que impusieron a la candidata aun conociendo, como se sabe en Hidalgo y en la capital del país, que Xóchitl Gálvez no tiene residencia en el DF, pero mal aconsejados por la desesperación que arrastran por no tener ningún candidato con perfil triunfador para las elecciones que vienen.
Además, no es nuevo que los azules usen la trampa como arma política. Los panistas son expertos en trampas de cualquier tipo, y si no, nada más hay que preguntar: ¿cómo llegó Eduardo Medina Mora a la Suprema Corte de Justicia de la Nación sin la trampa de los azules y la complicidad de los priístas?
Le ley es muy clara respecto de quienes tratan de engañar a una autoridad electoral, y si bien Xóchitl Gálvez será quien pague los platos rotos, directamente es el panismo, y nada más que el panismo, el que debería recibir una sanción que lo haga entender que aunque tenga de su lado a la Escuela Libre de Derecha, perdón, de Derecho, desde donde se encuentran las formas para burlar la ley, esta vez debe pagar por su tropelía.
No es necesario recordar el tamaño del desprestigio que cargan las autoridades electorales. Es muy probable que para estas elecciones la votación no llegue siquiera a 40 por ciento de sufragios, pero los errores de los hombres que representan a la institución podrían hacer el milagro de que las cosas fueran peores y que la elección tuviera los menos votantes de la historia.
Así pues, son pocos los caminos que le quedan a los azules. Xóchitl Gálvez debe renunciar antes de que el escándalo la acabe de quemar. Los panistas, después de eso, deben ofrecer una disculpa a toda la población del DF por tratar de engañarlos, pero siempre les quedará la esperanza de la complicidad con el Instituto Electoral del DF, que, no obstante todo, los puede dejar impunes, pero seguramente no podrán convencer a los habitantes de la Miguel Hidalgo de que una tramposa puede llegar a gobernarlos. Con eso no contaban los azules.
De pasadita
Bueno, habrá que entender a los dueños de MVS, porque si mantener a Carmen Aristegui en sus noticiarios les significaba credibilidad, anunciantes de primer orden, reconocimiento al valor profesional de quienes allí laboraban y un ejercicio impecable del periodismo, nunca, pero nunca lograrían tener un canal de televisión, así que si facilitar el hacha de la venganza a quienes hasta ahora les han impedido realizar su sueño era el precio, éste ya se pagó. Así o más claro.