En el ámbito internacional hay una falta de conciencia respecto de lo que se hace en los espacios museísticos de México, dijo Selma Holo, directora del Museo de Arte Fisher de la Universidad de California del Sur (USC, por sus siglas en inglés), en Los Ángeles.

La profesora de historia del arte, largamente vinculada con el país, aseguró que aquí se emplean procesos de museografía –ejemplificó con la exposición de Henri Cartier-Bresson en el Museo del Palacio de Bellas Artes– que buscan ser sustentables al reutilizar materiales. Es decir, tratan de ser física e intelectualmente sustentables, una nueva idea que se desarrolla a un alto nivel internacional, global, y México está justo en medio de ello.

Hacer del mundo un lugar mejor

Holo visitó la ciudad con una delegación encabezada por Max Nikias, rector de la USC, con la finalidad de fortalecer vínculos con los ámbitos académico y financiero, hacer del mundo un lugar mejor. La institución tiene una oficina de representación aquí desde hace 10 años.

Para la entrevistada su misión profesional consiste en crear conciencia, pues para mí lo que aquí sucede es inspirador. Tenemos mucho que aprender de México. He estado involucrada en algunos esfuerzos de acreditación de recintos mexicanos ante la Alianza Americana de Museos, algo que siempre me pareció chistoso porque pienso que tal vez este organismo debería mirar hacia México para ver qué beneficiaría a nuestros propios recintos.

Junto con Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México, y María Isabel Grañén, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Holo organiza el segundo Encuentro Trienal de Museos en Oaxaca, que se desarrollará el 18 y 19 de marzo, con los temas el remapeo, el recálculo y la realineación de los museos hoy hacia el futuro.

Ante la pregunta de rigor, ¿cuál es el papel de los museos hoy?, Holo reconoce que hay instituciones de éstas que fracasan y las universidades han ido a su rescate.

La USC acaba de rescatar el Museo Asia Pacífico en Pasadena, California, mientras el Museo Corcoran, de Washington, DC, sobrevivió gracias a la Universidad de Georgetown.

Incluso en el encuentro la chilena Lydia Bendersky, ex directora del Museo de la Organización de Estados Americanos, hablará sobre las mediaciones y alianzas que fracasaron. No hay ninguna seguridad de que los museos durarán para siempre. Lo que necesitamos considerar es cómo hacerlos imprescindibles en la sociedad. Pensar en el futuro, es decir, cómo hacer de esos espacios una parte de la sociedad, no sólo para la élite que tiene títulos universitarios, sino cómo mezclar el arte muy alto y erudito con las necesidades de la humanidad para tener comunicación.

Del primer encuentro trienal, titulado Re-mix, ya salió el trabajo de memorias. Holo es autora, entre otros, de los libros Oaxaca en la encrucijada: manejando la memoria, negociando el cambio (2004) y Más allá de la taquilla: pensando en los valores sustentables de los museos (2009).