Andrea, poeta en ciernes, es poseída por Julia, personaje de ficción creado por aquélla y que la empuja a escribir –aun contra su voluntad– una novela en la cual cuente episodios de su vida que hubiera preferido jamás mencionar: la ausencia del padre, la represión de la abuela, la envidia de la hermana, la rebeldía adolescente, el despertar sexual, la discriminación en el ámbito laboral y la imposibilidad de ser madre.

Andrea y Julia protagonizan la primera novela corta Fragmentos de un blues bizarro, de la periodista, escritora e investigadora de danza Patricia Camacho Quintos, obra que fue presentada la noche del jueves en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes.

Publicada por el sello Felou, se trata del relato en el que los nacidos a principios de los años 50 y 60 del siglo pasado se verán identificados en la voz de los personajes, por los tipos de experiencias, por la búsqueda de una nueva ética y la libertad, y por romper con convencionalismos familiares, explicó Camacho.

En esa historia hay un forcejeo entre ambas mujeres, la narradora no se puede desprender de su personaje y éste tampoco de su autora hasta que Julia, harta de la censura que le impone Andrea para narrar los hechos, decide librarse y contar la historia con mayor honestidad y verdad.

Durante la trama, dijo Camacho, se entreteje una reflexión sobre los talleres de literatura, la escritura y la creación.

Amenizada por el grupo Jazzfalto, la presentación estuvo a cargo de la también escritora Cecilia Urbina y Fernando Aragón, director de la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello.

Urbina comentó que es un relato que incursiona en el terreno del escarceo lúdico, el cual implica también a Patricia Camacho como autora de esos personajes.

Fragmentos de un blues bizarro, concluyó Urbina, es un juego en el que se cuestiona la relación autor-personaje y en el que también se escrudriña la del escritor con su oficio.