A pesar de que en los años recientes en el país se ha avanzado en materia jurídica para erradicar el feminicidio, en muchas autoridades de procuración de justicia no se observa la voluntad de investigar ni reconocer este problema de violencia contra las mujeres.

Lo anterior se expuso durante el Foro sobre los Derechos Humanos de las Mujeres en México, donde también se señaló que las cifras de feminicidios en el país se presentan de manera alarmante y creciente.

Durante 2012 y 2013 fueron asesinadas 3 mil 892 mujeres en los 31 estados del país y en el Distrito Federal. De estos casos, sólo 613 (15.7 por ciento) fueron reportados como feminicidios.

En el acto, realizado en el Centro Cultural Universitario (CCU), María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Femicidio, dijo que aun cuando ya se logró la tipificación de ese delito, sólo en algunas entidades ya se tienen los protocolos de actuación e investigación para este tipo de casos.

Sin embargo, precisó que cinco de estos protocolos no tienen los estándares internacionales y en la mayoría de ellos ni siquiera se llevan a cabo. Además, en las autoridades persisten los prejuicios discriminatorios, donde a veces por ignorancia, pero en muchos otros casos intencionalmente, no se considera el asesinato de una mujer como feminicidio, a pesar de tener claras evidencias de los hechos.

Señaló que ante esta actitud de autoridades responsables de las investigación sólo queda recurrir a instancias internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o el Comité de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación en contra la Mujer.

En tanto, Emanuela Borzacchiello, del Colectivo Académicas en Acción contra el Feminicidio y la Violencia Femenina, dijo que desde los años 90 se ha aprendido a analizar y contextualizar este problema desde otra perspectiva, acorde con el derecho internacional y donde muchos otros países y regiones del mundo han tipificado este delito aprendiendo de la triste realidad de América Latina.

Precisó, además, que el nivel de violencia ha crecido de manera alarmante por la aplicación de políticas públicas erróneas.