En el proceso de licitación de los nueve ingenios, el gobierno debe tomar en cuenta que no son un negocio cualquiera, sino un vínculo social con los habitantes de 227 municipios de 15 estados, aseveró Carlos Blackaller Ayala, dirigente de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales.

Hay estabilidad y confianza en el sector cañero, pero también inquietud, pues no se ha olvidado la actitud de los empresarios de los grupos Escorpión, Azucarero Mexicano, Santos y Machado ante el adeudo de mil millones de pesos a 70 mil cañeros por la zafra 2000-2001, que originó la estatización de 27 agroindustrias de la caña, expuso.

Actualmente, el sector productivo cañero mantiene buena relación con el director del Fideicomiso Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (Feesa), Carlos Rello Lara. Sabemos que llegó con la instrucción presidencial de administrar y mejorar los nueve ingenios que aún tiene el gobierno y agilizar su privatización; por eso confiamos en que en dicho proceso haya un diálogo con los compradores y les digan que deben apegarse a la legislación cañera.

Respecto del interés que han manifestado cañeros para que no se vendan a la iniciativa privada los ingenios El Potrero y Plan de San Luis, Blackaller Ayala expuso que durante el periodo que han sido administrados por el gobierno se han presentado propuestas de participación con el fin de establecer un esquema novedoso de coparticipación, pero la respuesta gubernamental ha sido fría: hay un procedimiento de licitación y hay que apegarse a ella.

Los nueve ingenios por privatizarse tienen gran potencial y su manejo requiere mayor compromiso hacia el desarrollo rural; no son simples negocios, insistió.

La subasta para adquirir los ingenios Emiliano Zapata, Casasano, Atencingo, Plan de San Luis, El Potrero, San Cristóbal, San Miguelito, El Modelo y La Providencia estará abierta a inversionistas nacionales e internacionales. En la zafra 2013 2014, estas plantas produjeron un millón 486 mil 100 toneladas de azúcar. En un informe que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó en 2012 sobre dichos ingenios, asentó que no fueron viables como negocios, ya que sus ventas no fueron suficientes para cubrir los gastos de operación.

El gobierno actual afirma que sí son negocio, pues han mejorado su productividad y están listos para producir bioetanol, además de azúcar y otros productos derivados de la caña. Asimismo, señala que cinco de ellos ocupan los primeros 10 lugares de los ingenios de más alto rendimiento.