Georgia, EU.

El director de una película sobre el músico Gregg Allman (CBGB, Bottle Shock) se declaró culpable por el accidente de tren que mató a una asistente de cámara e hirió a otros seis integrantes del equipo de rodaje.

El cineasta Randall Miller se declaró culpable el lunes de homicidio involuntario y allanamiento culposo como parte de un acuerdo con la fiscalía, según el cual pasará dos años en la cárcel del condado y otros ocho en libertad condicional, y pagará una multa de 20 mil dólares.

En el accidente, ocurrido hace un año, un tren de carga que viajaba a más de 88 kph arremetió contra el equipo de rodaje en un puente ferroviario en Georgia, y mató a Sarah Jones, de 27 años.

El caso es un raro ejemplo de cineastas procesados por decesos en el rodaje.

En el primer día de filmación

CSX Transportation, compañía ferroviaria dueña del puente en un área rural del sureste de Georgia donde ocurrió el accidente, señaló que en dos ocasiones negó a los cineastas el permiso para rodar sobre los rieles. Según las leyes estatales, una persona puede ser condenada por homicidio involuntario por cometer un delito menor – en este caso allanamiento– que resulte en la muerte de otra.

Era el primer día de la filmación de Midnight Rider cuando Miller y su equipo se pararon sobre los rieles del puente que cruza el río Altamaha el 20 de febrero del 2014. El actor William Hurt estaba allí en el papel del cantante de la Allman Brothers Band, en sus últimos años. Una cama con base de metal se colocó sobre los rieles como utilería. Cuando el tren chocó, se estrelló contra la cama y lanzó fragmentos de metal hacia los trabajadores del filme mientras éstos huían de la escena.

El tren arrolló y mató a Jones, joven asistente de cámara de Atlanta que había trabajado en series de televisión como The Vampire Diaries. Su deceso llevó a trabajadores de cine entre bambalinas en todo el país a presionar por normas superiores de seguridad en los sitios de rodaje.