Antonio Ledesma exhibe grabados y dibujos en la UAM Iztapalapa
hechos de tinta, carbón o cualquier material
La exposición Sangre rota reúne rostros y cuerpos desolados, atrapados y contenidos en papeles o telas que se aferran a su existencia sólo para decirme que han habitado en mí, expresa a La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2015, p. a10
La deformidad humana interna y externa construye los personajes que el artista Antonio Ledesma (DF, 1964) plasma en sus obras.
Son rostros y cuerpos desolados, atrapados y contenidos en papeles o telas, que se aferran a su existencia sólo para decirme que han habitado en mí o quizás siguen dentro
.
Así presenta el maestro su exposición Sangre rota, en la Galería de Arte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, que reúne grabados y dibujos en los que se enfrenta a sus pesadillas, seres de los que emana la belleza en el borde de la inquietud o viceversa.
Ahora los veo sin miedo, conformamos una alianza que cura y conjura el exorcismo gracias a la purificación que el arte mágicamente prodiga a sus fieles
, detalla el ganador del quinto Concurso Nacional de Grabado José Guadalupe Posada.
Ledesma, además de dedicarse a la academia, ha impartido cursos en Viena, donde fue invitado a realizar una instalación con motivo del Día de Muertos y tres murales efímeros.
En 2005, en Alemania, trabajó con niños inmigrantes en colaboración con artistas de varias partes del mundo convocados por la Comunidad Europea.
El artista relata que desde muy niño lo han asaltado sueños terribles de los cuales despierta en medio de sudor frío, “tan abundante como inexplicable. Muchas veces, después de esas pesadillas, caminaba solo en la noche por la casa, descalzo. Una vez creí haber despertado varias veces, pero seguía soñando y parecía que permanecería por siempre atrapado allí, caminando en la oscuridad por aquel pasillo de la pequeña casa en que viví mi primera infancia.
“Quizá mis pesadillas siempre se han nutrido de los sufrimientos, dolores, locura y muerte propios de la vida y su naturaleza, y del deterioro inexplicable y el desahucio en el alma del perverso que despedaza y tortura a otros seres.
Saber que eso existe, saber que en actos despiadados esto sucede muy cerca o muy lejos de mí, en otro país o quizá en el siguiente edificio o en la siguiente calle, saber que muchas veces no lo podemos ver para evitarlo, me produce angustia, impotencia y una desesperación que se calma con la distracción y el permanecer ajeno a esa realidad que no para.
Antonio Ledesma reitera que ahora se enfrenta a esos fantasmas o monstruos, hechos de tinta, carbón o cualquier otro material. De lo que estén hechos no importa, ahora nos vemos cara a cara cuando lo deseamos
.
La muestra Sangre rota, de Antonio Ledesma, montada en la Galería de Arte de la UAM-Iztapalapa (San Rafael Atlixco 186, colonia Vicentina), terminará el 16 de marzo.