El despido por embarazo es la forma de violencia más fuerte e invisible que sufren las mujeres en el ámbito laboral, señaló la titular de la Comisión para Prevenir la Discriminación en el Distrito Federal (Copred-DF), Jaqueline L’Hoist Tapia.

Dijo que de más de 500 denuncias por discriminación a las mujeres recibidas el año pasado en la Copred, 66 por ciento fue de casos de personas que perdieron su trabajo por estar embarazadas, ya sea por su apariencia, pues para muchos el crecimiento del abdomen deja de ser estético.

En otros casos, los empleadores suponen que por su estado de ingravidez van a empezar a faltar a su trabajo o que van a ser ineficientes en sus labores cuando nazca su hijo.

Entrevistada en el Monumento a la Revolución, manifestó que ante esta situación el gobierno capitalino ha tomado diversas acciones. Por principio, se integra a esas mujeres al Seguro de Desempleo, además de que se inician procesos de reparación del daño para que sean recontratadas o se les pague su liquidación al ciento por ciento.

Agregó que se dan casos en que estas mujeres no reciben su finiquito conforme a la ley, pues son manipuladas con argumentos como que habían confiado en ellas y fallaron.