Guadalajara.

Joaquín Cosío, quien está de visita en México por el estreno en el Festival Internacional de Cine de Guadalaja (FICG) de la cinta La delgada línea amarilla, expresó que “trabajar en la serie The strain, con Guillermo del Toro, uno de los grandes creadores del cine mundial, es una aventura extraordinaria.

Guillermo ya trascendió las fronteras de México y todos sabemos que es un ser de imaginación impresionante, por lo que entrar a su universo sobrenatural, en este caso, es una aventura que no tiene nombre, expuso.

El actor, quien ha ganado fama por su trabajo en cintas, como El infierno y Matando cabos, aseguró que El Ángel de Plata, personaje que interpreta en la serie, ha sido un regalo extraordinario, porque tiene cierta resonancia con la leyenda de El Santo.

Cazador de vampiros

Mi personaje es un luchador retirado que no vuelve al uniforme, pero sí a enmascararse para exterminar vampiros (...) ya hicimos las pruebas con la máscara y es algo muy interesante, indicó Cosío luego de la conferencia de prensa de La delgada línea amarilla, que compite en la categoría de largometraje iberoamericano de ficción en FICG.

Sin dar más detalles, señaló que dentro de la serie, cuyo rodaje se realiza en Toronto, Canadá, su personaje se hará amigo de un hispano y que juntos conformarán una célula para combatir a los vampiros, seres sobrenaturales bastante singulares, pues tienen una parte zombie, producto del ingenio de Del Toro.

Dijo además sentirse muy feliz por dedicarse a la actuación, pues es un trabajo bastante simple, muy afortunado y con grandes sorpresas.

“Los actores somos muy agraciados, porque tenemos la fortuna de que nos pongan un set para jugar”, expresó Cosío, admirador de figuras emblemáticas de la lucha libre, como El Santo y El Rayo de Jalisco.

Informó que en mayo regresará a México para comenzar a filmar Belcebú, de Emilio Portes.