Pese a existir un marco normativo, el acceso a la justicia para las mujeres y niñas sigue siendo un pendiente, consideró Karla Micheel Salas Ramírez, presidenta de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD). El Estado no está cumpliendo con su obligación de ser garante de los derechos humanos de las mujeres, agregó.

En un desayuno organizado por la ANAD con motivo del Día Internacional de la Mujer, con el tema Acceso a la justicia para las mujeres y niñas, la abogada resaltó que aunque hemos logrado una incidencia importante para que se reconozca como eje prioritario de la política pública de los gobiernos la prevención y atención de la violencia contra las mujeres y existen normas que la castigan, como la Ley General de Acceso a una Vida sin Violencia, la realidad dista mucho de lo ocurre.

Y es que a pesar de contar con un marco jurídico, de ser un tema prioritario en la agenda del gobierno y de los políticos, desafortunadamente hay un abismo todavía entre lo que dice la ley y lo que viven las mujeres cotidianamente.

Remarcó que en el acceso a la justicia para las mujeres ha habido avances muy importantes, y no podemos decir que estamos igual que hace 10 o 15 años, pero las cosas no están funcionando como deberían.

Todavía nos enfrentamos a que cuando las mujeres acuden a denunciar, o no se les cree o simplemente no se decide levantar una denuncia. O inician la averiguación previa, pero no investigan. O si se logra en algún momento consignar, los jueces absuelven a los responsables. Estamos ante un panorama crítico, porque antes no teníamos el marco jurídico, y entonces luchábamos por él, pero ahora lo tenemos, pero desafortunadamente ese salto para lograr que ese marco jurídico sea aplicable a la realidad de las mujeres y niñas tiene una brecha muy importante y un largo camino por recorrer.

Sobre las penas por igual delito dijo que también hay desigualdad. Hay estudios que evidencian que hay mujeres que cometen delitos en igualdad de circunstancias que un hombre y reciben una sentencia mucho mayor. La ministra Olga Sánchez nos comentaba lo que sucede en el estado de México, donde hombres han asesinado a mujeres y tienen sentencias de tres o cinco años, porque se determinó que lo hicieron bajo la emoción violenta, que es atenuante de responsabilidad, y mujeres que asesinaron están sentenciadas a 40 años de cárcel; ahí la emoción violenta es agravante.