La policía impone toque de queda para restablecer el orden
Sábado 7 de marzo de 2015, p. 21
Nueva Delhi.
Miles de personas irrumpieron en una cárcel de alta seguridad en India, sacaron a un sospechoso de violación y lo mataron, informaron ayer las autoridades, las cuales indicaron que la policía tuvo que imponer un toque de queda para restaurar el orden.
La magnitud de la turba superó el jueves a los elementos de seguridad en la Prisión Central Dimapur, en Nagalandia.
El sospechoso aparentemente era un migrante indocumentado de Bangladesh, aunque otras fuentes aseguran que era un empresario musulmán de 35 años, quien fue acusado de violar a una mujer.
La turba lo sacó por la fuerza y fue arrastrado desnudo por la calle y golpeado hasta morir.
El personal de seguridad de la cárcel se vio sobrepasado por la muchedumbre
, dijo el ministro jefe del estado, T.R. Zeliang.
Una persona murió y varias resultaron heridas cuando la policía abrió fuego contra la multitud.
Las autoridades impusieron toque de queda en el distrito la noche del jueves, que permaneció en vigor este viernes, debido a que la situación era aún tensa
, declaró a Reuters el jefe policial de distrito, Meren Jamir.
La mayor parte de la población de Nagalandia es cristiana.
Ilícito sensible
La violación se ha convertido en un ilícito particularmente sensible en India desde 2012, luego de que una estudiante fue violada y torturada en un autobús en Nueva Delhi. Posteriormente falleció.
El gobierno prohibió un documental de la BBC sobre ese ataque, el cual reabrió el debate sobre la desigualdad de género.
En la cinta se puede ver a Mukesh Singh, uno de los cuatro hombres condenados a muerte por la violación y asesinato de la joven en 2012, quien declara que una chica es mucho más responsable por una violación que un chico
.
Una mujer decente no sale por ahí a las 9 de la noche. El trabajo en casa y las tareas del hogar son para chicas, no salir a discotecas y bares por la noche haciendo las cosas equivocadas, llevando la ropa equivocada.
Activistas y legisladores criticaron la prohibición, diciendo que las palabras de Mukesh Singh sólo reflejan una falta de respeto hacia las mujeres más extendida en la sociedad india.