Desde hace casi cinco años, Óscar Ramírez Siordia se encuentra preso en el Reclusorio Oriente acusado de asesinar a su pareja por el hecho de ser gay, ya que su preferencia sexual fue el único elemento de prueba para señalarlo responsable.

Así lo denunciaron familiares y compañeros del joven de 28 años, quienes pidieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que atraiga el caso para revisar las irregularidades, en un intento de obtener una sentencia favorable que sería histórica, pues a través de ella podrían resolverse casos similares.

En conferencia de prensa, Alejandro Brito, director de la asociación civil Letra S, explicó que Ramírez Siordia fue inculpado por el asesinato de su pareja sentimental, con quien sostuvo una relación de cinco años, pese a que fue él quien encontró el cuerpo el 7 de julio de 2010 y dio aviso a las autoridades y a la familia de la víctima.

Encarcelado por homofobia

Las investigaciones de las autoridades estuvieron plagadas de prejuicios homofóbicos, subrayó el activista, como lo demuestra el hecho de que señalaran como una contradicción el hecho de que la pareja de Óscar, llamado Jacobo, afirmara que iba a ver a una amiga, cuando diversos testimonios indicaban que era homosexual.

En cuestión de horas, indicó Brito, Ramírez pasó de ser testigo a presunto responsable. Fue arraigado y el 3 de agosto de 2010 se le dictó auto de formal prisión por el delito de homicidio calificado, por el cual recibió una sentencia de 27 años y medio de prisión.

Unos días después, se detuvo a un hombre que admitió haber matado a la pareja de Óscar, pues la víctima lo había citado para mantener relaciones sexuales con él a cambio de dinero.

Sin embargo, el juzgado 49 penal, con sede en el Distrito Federal, desestimó estas afirmaciones y encarceló tanto al homicida confeso como a Ramírez, a los que acusó de actuar en complicidad, pese a que el supuesto delincuente dijo que no conocía a Óscar.

La razón por la que Óscar está preso es la discriminación por su orientación sexual, con prejuicios muy arraigados, que lleva a los agentes del Ministerio Público a calificar cualquier delito en donde está involucrada una persona no heterosexual como un crimen pasional, subrayó Brito.

En caso de que la SCJN atraiga el caso y otorgue a Ramírez un amparo directo, señalaron los abogados Marian Ruiz y Vladimir Duarte, este sería un fallo histórico que permitiría revisar otros casos similares de personas encarceladas por homofobia.