La actividad humana tiene consecuencias inmediatas en los recursos marinos, según estudio
De 10 mil 106 encuestados, 57% piensa que la sobrepesca y la acidificación son los principales problemas
Es momento de que traslademos esta información a un lenguaje comunicativo, para que llegue a la población
, en especial a los niños, apuntó el investigador Juan Carlos Castilla
Viernes 6 de marzo de 2015, p. 2
Para conocer la percepción pública del impacto que las acciones humanas producen en los océanos, un grupo de investigadores realizó una encuesta a 10 mil 106 personas de 10 países europeos. Entre los resultados destaca que la mayoría de los encuestados perciben los impactos antropogénicos (resultado de actividades humanas) como inmediatos y consideran que la contaminación de los océanos, la sobrepesca y la acidificación son los principales problemas.
Al respecto, Juan Carlos Castilla, ganador del Premio México de Ciencia y Tecnología 2012, considera que si bien no se puede negar que existe contaminación en los océanos, la sobrexplotación de los recursos marinos es un problema que tendrá mayor impacto en los próximos cinco a 10 años, mientras los efectos del cambio climático en los océanos se verán acentuados en 50 años o más
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El estudio que lleva por título Sensibilización del público, preocupaciones y prioridades sobre el impacto antropogénico en los ambientes marinos, publicado en Proceedings, revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en el que el doctor Castilla participó, consistió en aplicar cuestionarios vía Internet a personas de diferentes niveles socioeconómicos y de diversas regiones de España, Estonia, Alemania, Italia, Noruega, Irlanda, Países Bajos, Reino Unido, Francia y República Checa. Lo anterior, con el fin de conocer las preocupaciones sobre los impactos de las actividades del ser humano en los sistemas marinos, medir la confianza que las personas tienen en diferentes fuentes de información, y cuáles consideran que deben ser las prioridades políticas y financieras para resolver los problemas que afectan a los océanos.
Otro resultado de esta encuesta se refiere a que 57 por ciento de las personas consultadas creen que las acciones individuales no sirven para solucionar los problemas de los océanos, y que el impacto de la acción humana ya se ha producido o falta poco tiempo para que estos efectos sean visibles.
En entrevista para la Academia Mexicana de Ciencias, el investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile apuesta por la educación y ve como uno de los principales desafíos, para los investigadores que trabajan con temas del mar, llevar con carácter de urgente el conocimiento científico a la sociedad. En Latinoamérica desde hace 30 años se ha levantado saber de muy alta calidad acerca de nuestros océanos, pero la mayoría está capturado en artículos científicos en inglés y publicados en revistas especializadas. Debemos trasladar esa información a un lenguaje que llegue a la población, en especial a los niños.
Conservar el mar
La conservación de la biodiversidad marina, que se puede entender como el cuidado, el respeto y el uso sustentable de los recursos, resulta difícil de lograr, en parte porque sólo vemos la superficie del mar, la zona entre mareas o los grandes animales y algas marinas que resaltan ante nuestra vista. Se puede decir que somos semiciegos ante el mar y que vemos 0.1 por ciento o menos de los sistemas marinos
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Desde el punto de vista biológico y oceanográfico, el mar es un sistema complejo, formado por columnas de agua, corrientes marinas y sustrato marino, además de los organismos asociados a cada zona y que forman microhábitats. Dada esta complejidad, los trabajos de investigación del doctor Castilla están centrados en entender cómo funcionan los sistemas marinos costeros, incluso la presencia de pescadores.
En su artículo Conservación y sistemas socioecológicos en el siglo XXI de la era del Antropoceno
, que publicó como parte del Premio Ramón Margalef de Ecología 2011, el especialista en manejo y protección de los ecosistemas marinos concluye que la conservación y la sustentabilidad son un campo de juego en el que los sistemas naturales –incluso los seres humanos– y el bienestar social están en constante acción, y somos nosotros los que determinamos el enfoque racional del juego para asegurar su continuidad.
Durante su estancia en México, en enero, el investigador se presentó en el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías en Boca del Río, Veracruz; en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México en Mazatlán y en Puerto Morelos, así como en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.