Ginebra.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) busca limitar el consumo de azúcares potencialmente nocivos para la salud, como los que añaden los fabricantes en la cátsup o refrescos.

Se trata de los azúcares libres, o sea, los que se añaden a alimentos y los que contienen naturalmente la miel, los zumos y concetrados de fruta.

Las recomendaciones se limitan a ellos, pues no hay pruebas de que los azúcares intrínsecos, presentes en frutas y verduras frescas, tengan efectos adversos para la salud.

Según estas directrices de la OMS, los azúcares libres no deberían sobrepasar 10 por ciento de la ración energética diaria. Eso equivale a 50 gramos de azúcar, lo que cabe en 12 cucharadas cafeteras. Una reducción por debajo de 5 por ciento, esto es, unos 25 gramos de azúcar al día o seis cucharadas, tendría ventajas adicionales para la salud, explicó el doctor Francesco Branca, director del departamento de nutrición en la OMS. Con un máximo de 5 por ciento, un estudio reveló que hay cero caries, añadió.

Tenemos pruebas serias de que limitar el consumo diario de azúcar por debajo de esa cifra reduce el riesgo de sobrepeso, obesidad y caries, afirmó Branca, tras un estudio lanzado hace un año, en el que se analizaron más de 170 comentarios de expertos.Si uno toma un tazón de cereales por la mañana, una lata de bebida azucarada y un yogur azucarado, ya ha superado el límite, declaró en una rueda de prensa en Ginebra.

Para el profesor Tom Sanders, experto en nutrición en el King’s College de Londres, el objetivo del 5 por ciento es más difícil de lograr, porque eso significa que no hay que comer ningún pastel, ni galletas, ni ninguna bebida azucarada.

América Latina es la región donde más se consume, con 131 gramos diarios por persona, y África, en la que menos se consume, con 30 gramos cada día.