Más de 100 sindicatos y sus respectivos contratos colectivos de trabajo estarían en riesgo por la reforma que se quiere efectuar al apartado B del artículo 123 constitucional, que quitaría los derechos de libre sindicalización y huelga, señalaron ayer, frente al Senado de la República, empleados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Alianza de Tranviarios, el Sindicato Mexicano de Electricistas y decenas de gremios más, los cuales se unieron en un mitin ante dicha cámara legislativa.

Los cientos de trabajadores se apostaron incluso en carriles centrales de avenida Reforma, casi esquina con Insurgentes, en el contexto de la movilización En defensa del derecho de huelga, en la cual estuvieron también organizaciones como la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, los sindicatos de Trabajadores del Transporte de Pasajeros del Distrito Federal, de Académicos de Chapingo y de Bachilleres.

En la movilización sostuvieron que dicha reforma se introdujo de manera encubierta, en un párrafo que establece que los sindicatos de empresas estatales, paraestatales y organismos centralizados perderían su derecho de libertad sindical y a efectuar huelgas.

En ese sentido, el abogado Arturo Alcalde explicó que de aprobarse la modificación se estaría ante un cambio radical del modelo laboral del país, se suprimiría la posibilidad de tener sindicatos reales y se atentaría contra los gremios democráticos. Además, se pondrían en riesgo los contratos colectivos de gremios aguerridos, que durante décadas lucharon por prestaciones y estabilidad laboral.

A la movilización asistieron empleados de diversas facultades, preparatorias, centros de investigación, colegios de Ciencias y Humanidades, escuelas y unidades de la UNAM, así como de la Unión Nacional de Trabajadores y de telefonistas. También de la Nueva Central de Trabajadores. Portaban carteles, en los que se leía: Alto a las reformas que acabaron con nuestros derechos laborales. No faltaron las mantas de apoyo a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

Agustín Rodríguez, del STUNAM, expuso que más de 100 organizaciones, 100 contratos colectivos, se verían afectados. Nos obligarían a una confrontación para defender la garantía de huelga, por lo que venimos a solicitar a los senadores que no vayan a cometer el atropello de lesionar los derechos de los trabajadores de todos los organismos descentralizados y autónomos, que por ley pasarían al apartado B.

A su vez, por la Alianza de Tranviarios, Benito Bahena señaló que no se está cuestionando la reforma política de la ciudad de México, sino la introducción de dicho párrafo, el cual afecta a los sindicatos democráticos de los organismos descentralizados y paraestatales.

Por el SME, el secretario del exterior, Humberto Montes de Oca, expuso que la postura del Senado desafortunadamente ha sido la de servir al capital, no a los trabajadores, por lo que llamó a la unificación de los gremios en contra de la reforma, que tiene el propósito de crear un régimen laboral donde los trabajadores queden en la indefensión y no tengan derecho a organizarse, protestar y estallar huelgas.

Indicó que todas las modificaciones, en lugar de traer bonanza, han creado más problemas económicos al país y a los empleados. Lejos de lo que se prometió, este año habrá un recorte millonario al presupuesto que se traducirá en salarios más bajos y despidos. Propuso a todos los gremios conformar una línea de resistencia unitaria, con el objetivo de frenar esas acciones y buscar mecanismos jurídicos para enfrentar la nueva embestida.