De acuerdo con el más reciente reporte de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), el calentamiento del océano Pacífico alcanzó niveles característicos del fenómeno conocido como El Niño, uno de los causantes de sequías e incendios forestales.

Las más recientes previsiones del organismo indican que el fenómeno será débil, aunque no descartan que se eleve a fase moderada y consideran altamente improbable que su magnitud alcance un nivel intenso.

Mientras la WMO informó a principios de diciembre que existía una probabilidad de hasta 70 por ciento de que esta alteración climática ocurra desde este mes hasta marzo de 2015, el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) aseguró el pasado 26 que la posibilidad es de 83 por ciento, y previó que se debilitará en la primavera del próximo año.

Cuando se presenta este fenómeno la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico suele ser muy superior a la normal, señala la WMO, y aunque su ocurrencia no es periódica, según el SMN a partir de diversas investigaciones se ha podido establecer que tiene un ciclo irregular de dos a siete años.

Por otro lado, si bien asegura que a este evento no le sigue un episodio de La Niña, esto sí ocurrió cuando en 1997 inició El Niño, que terminó en 1998, y a mediados de este año comenzó el otro meteoro, el cual culminó en 2001.

A principios de noviembre de este año, explica la WMO, luego de más de cinco meses de que las condiciones se mantuvieron entre neutras y cálidas, la temperatura de la superficie del mar en la parte central y oriental del Pacífico tropical alcanzó “niveles típicos de un episodio débil de El Niño”. Por lo cual, en los próximos meses se podría calentar aún más, advierte el informe.

La sequía es uno de los efectos más dramáticos de este fenómeno, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. En México, afirma, es uno de los causantes de incendios forestales, en los pasados 30 años los siniestros de enorme magnitud ocurrieron en 1988 y 1998, tras un fuerte evento de este tipo.

El calentamiento global “probablemente esté detrás de la frecuencia con la que se ha presentado El Niño en 20 años anteriores. De ser así, es previsible que México sufra sequías intensas en el futuro, con los consecuentes incendios forestales”, advierte la dependencia federal.

Fue en marzo y abril cuando surgieron los primeros indicadores de tal episodio climático. Actualmente en el país la alerta sobre este fenómeno se encuentra en la segunda fase, que es la de vigilancia, la cual se emite “cuando las condiciones en el Pacífico ecuatorial son favorables para el desarrollo de El Niño o La Niña dentro de los siguientes seis meses”, de acuerdo con el SMN.

Independientemente de si llega a producirse esa alteración climática, es probable que se dejen sentir algunos de sus efectos característicos, subraya la Organización Meteorológica Mundial.