De los cuatro cuerpos identificados en las fosas clandestinas ubicadas en la periferia de Iguala, el procurador general Jesús Murillo Karam dijo que se trató de residentes de un municipio del estado de México. La PGR identificó en los restos a un padre e hijo.

Buscaron entonces en las listas de desaparecidos y hallaron dos casos con estas características; en uno, acudieron con la esposa del fallecido, quien confirmó que antes de perder comunicación, su esposo le llamó por teléfono para decir que habían sido detenidos por policías de Iguala. Ese fue el último contacto con sus familiares.

El funcionario dijo que, por ley, tienen la obligación de determinar la identidad de los cuerpos hallados primeramente en las fosas.