De acuerdo con tres detenidos, los hechos ocurrieron en el basurero municipal de Cocula
La institución mantiene la condición de desaparecidos de los normalistas; aguarda resultados genéticos
No constituye un crimen de Estado: Iguala no es el Estado mexicano
Sábado 8 de noviembre de 2014, p. 2
Los 43 normalistas de Ayotzinapa habrían sido asesinados y calcinados en el basurero del municipio de Cocula, según los testimonios de tres participantes materiales en el presunto multihomicidio presentados ayer por la Procuraduría General de la República (PGR). Sin embargo, la fiscalía aseguró que mantendrá la condición de desaparecidos de los jóvenes mientras no se acredite científicamente que los restos corresponden a las muestras genéticas aportadas por los familiares.
De acuerdo con los testimonios mostrados por el fiscal Jesús Murillo Karam, una vez quemados y reducidos a cenizas, los restos fueron introducidos en bolsas de plástico que se lanzaron al río San Juan, que atraviesa ese municipio.
Para el titular de la PGR no se trató de un crimen de Estado: Iguala no es el Estado mexicano
. Dos días antes de que el presidente Enrique Peña Nieto viaje a China y Australia, Murillo aseguró en conferencia de prensa que los restos serán enviados a Innsbruck, Austria, y acerca de la coadyuvancia de peritos argentinos en las indagatorias, sólo mencionó que seguirán trabajando con la PGR para avanzar en la eventual identificación de los restos.
Al regresar de Guerrero, donde se había reunido con los padres de los desaparecidos, a quienes aseguró haber dado la misma información que a la prensa en ese momento, Murillo confirmó la detención hace ocho días de tres nuevos implicados en el asesinato y desaparición de los estudiantes normalistas: Patricio Reyes Landa, El Pato, Jonathan Osorio Gómez, El Jona, y Agustín García Reyes, El Chereje.
“Los tres capturados son miembros de la organización criminal Guerreros unidos, y al rendir su declaración confesaron haber recibido y ejecutado al grupo de personas que les entregaron los policías municipales de Iguala y Cocula.”
En el basurero de Cocula “hicieron guardias y relevos para asegurar que el fuego durase horas (14, desde la noche del 26 de septiembre, hasta las dos de la tarde del día siguiente), arrojándole diésel, gasolina, llantas, leña, plástico, entre otros elementos.
“Cuando se habían arrojado y quemado los cuerpos, recibieron la orden de El Terco de fracturar los restos de los huesos calcinados para ser depositados en bolsas negras. Según sus declaraciones, estas bolsas fueron vaciadas en el río San Juan, salvo dos, que uno de los declarantes dice haber arrojado completas.”
Durante la conferencia –esta vez sí aceptó preguntas– dijo que, en consideración de los peritos mexicanos y argentinos, el alto nivel de degradación de los restos encontrados hace muy difícil la extracción de ADN que permita la identificación
.
Murillo ya no hizo referencia específica a si la PGR esperará los dictámenes de los especialistas argentinos y, en cambio, anunció que, por recomendación de los equipos forenses, los estudios se realizarán en los laboratorios más altamente especializados del mundo, en la Universidad de Innsbruck, Austria. Por ello, acotó que los especialistas señalaron que no hay una fecha definida para entregar resultados.
Aseguró que no hay evidencia de que los estudiantes de Ayotzinapa formaran parte o ayudaran a grupo criminal alguno
; señaló que ya suman 74 personas detenidas y que “la investigación queda abierta hasta que podamos identificar todos los restos hallados en la barranca y en las bolsas localizadas en el río San Juan. Mientras, se seguirá considerando desaparecidos a los estudiantes para efectos de la investigación.
Casi al final, Murillo Karam cerró la conferencia con un Ya me cansé
.
Todavía alcanzó a decir que es comprensible el rechazo de los familiares para el avance de las indagatorias: “Es natural (…) y no me sorprende”.