Jueves 6 de noviembre de 2014, p. 41
Por primera vez, la Cámara de Diputados abrió la puerta al Congreso nacional de mexicanas y mexicanos gays, lesbianas y trans. El objetivo de ese encuentro, al que asistieron representantes de todas las entidades de la República, es aportar propuestas e ideas que se conviertan en leyes contra el creciente fenómeno de la discriminación y la violencia.
Promovió el encuentro el diputado perredista Roberto López Suárez, quien aceptó la solicitud de los organizadores porque la homofobia que vive México provocó que entre 1995 y 2013 murieran 800 personas por crímenes de odio, que pertenecían a la comunidad lésbico-gay y trans
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El legislador calificó de penumbra
la situación en que aún vive esa comunidad, “por una reproducción del estereotipo cultural que tiene como resultado que las personas con preferencias sexuales diversas sean objeto de discriminación, marginación laboral e incluso despido, acoso escolar, intolerancia y violencia.
Las señales de discriminación que el Estado mexicano les dedica son cotidianas; se conocen casos en que familias formadas por personas del mismo sexo no acceden a servicios de salud simplemente porque el criterio de la burocracia retrasa o estigmatiza sus derechos
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Se ha dado a conocer, insistió López Suárez, que de cada 10 personas, cuatro evitarían vivir con un homosexual en su hogar
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En tanto, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en San Lázaro, Martha Lucía Mícher, dijo que el principal problema que enfrenta el país es la discriminación, por lo que es necesario crear una agenda en la sociedad sobre los derechos de todos a elegir el tipo de vida sexual que se desea, sobre todo para que no se castigue ninguna manifestación al respecto.