Cuando el estado de derecho es débil, la justicia tiene un precio y eso es una tragedia, afirmó el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Manifestó sentirse animado por la convocatoria del presidente Peña Nieto a un pacto por la legalidad y la seguridad, anque lo consideró apenas un primer paso.

Se tiene que hablar con toda sinceridad para saber dónde estamos parados, porque estamos mal, muy mal en materia de estado de derecho, pero también tenemos que hacerlo con la confianza de que se puede lograr si estamos dispuestos a invertir para lograr ese verdadero estado de derecho, sostuvo el ex presidente al participar en la sesión plenaria 2014 del Consejo Nacional de Banorte.

En una mesa donde además de Zedillo estuvieron los ex presidentes Alan García, de Perú, y Sebastián Piñera, de Chile, el ex mandatario mexicano expuso que el elemento fundamental de un estado de derecho es la igualdad ante la ley, que el pobre tenga la misma oportunidad que el rico cuando acude a la justicia para ser protegido.

Mi pregunta es: ¿vivimos esa realidad en nuestro país? Y tomo mi responsabilidad al respecto. No vivimos esa realidad, apuntó. Si trabajamos en esa construcción compleja, que es institucional, legal, de formación de capital humano y de enorme voluntad política, de los políticos y de la sociedad, vamos a ver cómo este círculo virtuoso, que parte del estado de derecho, nos va a llevar a igualdad de condiciones de competencia, a eliminar barreras que han inhibido la iniciativa individual y empresarial, y vamos a empezar a resolver mucho más rápido los temas de inclusión, desigualdad y pobreza, agregó.

El foro organizado por Banorte fue convocado con el lema Productividad, clave para el desarrollo sostenible, al que se refirió el ex presidente Zedillo.

Las reformas emprendidas en los dos años recientes, a iniciativa del Poder Ejecutivo con el concurso de los partidos políticos representados en el Congreso, son bastante sugerentes de que México ha reaccionado, de que entiende el problema, y que el sistema político está dispuesto a tomar medidas para superar las tasas de crecimiento de las décadas recientes, afirmó Zedillo Ponce de León.

En México, el bajo crecimiento de la productividad, uno de los factores que determinan el desempeño de la economía, no es una fatalidad, sino algo que hemos construido con la política económica; eso es la mala noticia, pero la buena noticia es que tiene remedio, dijo el ex presidente.

Entre octubre de 2002 y el mismo mes de este año, el producto interno bruto (PIB) de México creció, en forma acumulativa, 33 por ciento, expuso Zedillo.

El crecimiento del PIB de México entre 2002 y 2012 se explica, en más de 70 por ciento, por el aumento de la fuerza de trabajo y en menos de 30 por ciento por mayor productividad; en cambio, Corea del Sur elevó su PIB en 54 por ciento en el mismo periodo, aunque el incremento de la fuerza de trabajo explica 30 por ciento del crecimiento y 70 por ciento está determinado por mayor productividad, añadió Zedillo.

¿Por qué es importante en este momento enfocarnos más en este aspecto (la productividad) del crecimiento? Porque las perspectivas internacionales, si bien no son desastrosas, sí son mediocres. No podemos esperar una economía internacional como antes de la crisis de 2008. Todos los países van a enfrentar circunstancias adversas, agregó.