Jueves 6 de noviembre de 2014, p. 30
Pekín. Mil nuevas cámaras equipadas con software de reconocimiento facial tratan de detectar posibles alborotadores. En algunas áreas, volar cometas pudiera costar la cárcel. Las fábricas recibieron órdenes de reducir actividad o suspender producción. Esas son apenas algunas de las medidas que tomarán las autoridades de China para librar a Pekín de peligros, disidencia y esmog durante una cumbre económica internacional. Antes de la inauguración el miércoles del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la municipalidad reemplazó además 450 mil macetas de flores, eliminó kioscos de periódicos y puestos de comida de algunos barrios y alentó –o advirtió– a muchos residentes, especialmente disidentes, que se fueran de la ciudad. Los trabajadores del gobierno recibieron un feriado largo y las autoridades, deseosas de aliviar la congestión en las carreteras, tomaron la inusitada decisión de usar trenes de carga para transportar los automóviles de los vacacionistas que salen de la ciudad.