Algo huele mal en... el TEDF
La ALDF, omisa
Comunicación color azul
n el Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF) hay una especie de descomposición que ya empezó a oler feo. Armando Hernández Cruz, el magistrado presidente, tendrá que dar una serie importante de explicaciones, desde la liquidación que exigió al Instituto Electoral del DF, donde trabajó un año y cinco meses como coordinador de asesores de un consejero, hasta la desaparición de información incómoda en su síntesis de medios, y cómo se desmanteló la contraloría de ese organismo, que funciona sin cabeza y eso, dicen en el organismo, sirve para que los magistrados hagan y deshagan a su gusto.
En el caso de la Contraloría del tribunal, que como decíamos no tiene titular, los nuevos magistrados han aprovechado la falta de la Asamblea Legislativa del DF, que no ha nombrado al contralor desde mayo pasado, para acomodar piezas a modo. Al final de la semana pasada decidieron sacar de la jugada al encargado del despacho y, según nos explicaron, sacaron el machete y no dejaron títere con cabeza.
El asunto es grave porque todo parece indicar que en la ALDF nadie tiene prisa por poner orden en tribunal, y ese factor le viene de maravilla a los magistrados, quienes, mientras los diputados locales siguen pateando el bote, llevarán a un encargado del despacho y su equipo que obedezca, digamos, los caprichos de los magistrados sin que sufran ninguna consecuencia.
Pero no es todo: resulta que en el reparto del pastel, es decir de las diferentes carteras del organismo, comunicación social le tocó
a María del Carmen Carrión, magistrada a quien se liga a los panistas, y que se confirma, nos explican, con el nombramiento de Carlos Chávez López, uno de los operadores de Federico Döring, el mismo que bajo las órdenes de Diego Fernández de Cevallos puso en manos de una televisora el llamado videoescándalo.
De ser cierta la especie, Chávez López, que también sirvió en la delegación hasta ahora panista de Benito Juárez, todos los magistrados que no se identifiquen con los azules deberán tener mucho cuidado porque en cualquier momento el panista los estará grabando y luego los exhibirá en donde sirva para los intereses de Acción Nacional.
Para los medios de comunicación, al mejor estilo de la derecha, la censura estará al día. Por lo pronto, ayer hizo magia y desapareció de la síntesis de información que produce el organismo una noticia en la que se advertía cómo Armando Hernández, el magistrado presidente, hizo que se le pagaran varios cientos de miles de pesos de indemnización por salir de Instituto Electoral del DF para convertirse en magistrado en el tribunal electoral local, donde ganará un salario de cerca de 200 mil pesos mensuales, sin descuentos. Así empezó el operador de Döring, y así está el tribunal ahora.
De pasadita
Sí, el estado de salud del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, fue más que delicado. Los reportes médicos, que no han querido revelar algunos datos importantes de ciertos momentos en la intervención que sufrió el jefe de Gobierno del DF, para no causar alarma innecesaria, produjo, y ha creado, una serie interminable de especulaciones de todas las especies que a nadie beneficia. Menos que a nadie al propio Mancera, que salvó la vida, como se dice, de milagro; es decir, por las condiciones ordenadas de vida que lleva el jefe de Gobierno y que le permitieron enfrentar momentos muy aciagos con la fuerza que da el trabajo físico cotidiano, pero también, seguramente, con la responsabilidad del encargo que le inyecta vigor y le impulsa para no permitir que la desgracia le suceda. ¡Qué bueno que mejora!